Sean Connery, imputado por la operación urbanística de su chalé

El actor escocés y su mujer han sido citados a declarar por el juez que dirige esta investigación en Marbella · Hay más de 25 personas acusadas en la causa

Vista de los apartamentos construidos sobre los suelos en los que estaba el chalé del actor británico.
Vista de los apartamentos construidos sobre los suelos en los que estaba el chalé del actor británico.
Bárbara Rodríguez / Marbella

08 de mayo 2010 - 01:00

Faltaba una estrella de Hollywood en todo el desaguisado judicial y policial que padece Marbella desde que la operación Malaya saliera a la luz. Y ya la tenemos. Sir Sean Connery, el primer y mítico James Bond está imputado, junto con su mujer en el procedimiento que instruye el juez Ricardo Puyol por presuntas irregularidades en la operación urbanística que permitió levantar 72 apartamentos sobre los suelos del chalé del actor. Esta es una de las causas abiertas tras la querella interpuesta por la Fiscalía Anticorrupción en el año 2006, que posteriormente fueron separadas en una veintena de procedimientos por delitos contra la ordenación del territorio y blanqueo de capitales, entre otros delitos.

La esposa de Connery, Micheline Roquebrune, también se encuentra imputada en el caso, junto con otras 25 personas más entre las que figuran Julián Muñoz, ex alcalde de la localidad, y Juan Antonio Roca, ex asesor urbanístico del Consistorio. Las investigaciones, que llevaron a que el pasado miércoles se registraran las dos oficinas del bufete Díaz-Bastien & Truan Abogados (ubicadas en Marbella y Madrid) estudian el posible perjuicio al municipio en 2,7 millones de euros, por la venta y posterior recalificación de la finca Malibú, donde el actor escocés tenía su casa, y que vendió en 1998 por 9 millones de dólares.

En dicha parcela, que según el Plan General de Ordenación Urbana de 1986 se permitía la construcción de cinco chalés unifamiliares, pasó a albergar 72 viviendas de gran lujo, en virtud a una licencia de obras concedida a la empresa By The Sea S. L., actualmente en proceso de liquidación según ha podido comprobar este periódico. Por estos motivos, el juez titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella, Ricardo Puyol, investiga un presunto delito de blanqueo de capitales, por el que tendrán que declarar los imputados a partir del próximo 27 de este mismo mes. Las diligencias se desglosan de la querella interpuesta por la Fiscalía Anticorrupción el 26 de julio de 2006, poco después de que Julián Muñoz fuera detenido, por irregularidades en la tasación y venta de terrenos a través de Planeamientos 2000, sociedad municipal ya extinta. Esta querella fue dividida en 23 asuntos judiciales diferenciados, y en conjunto, el Tribunal de Cuentas estimó un perjuicio patrimonial a las arcas del consistorio de 136 millones de euros. Inicialmente se imputaban los delitos de fraude y malversación de caudales públicos, lista que ha aumentado conforme avanzan las pesquisas.

En cuanto a la antigua propiedad de Sean Connery, después de que vendiera el terreno, la empresa By The Sea se encarga de la promoción de una nueva urbanización que rompe totalmente con la estética prevista en el ordenamiento urbanístico para el lugar. El proyecto básico se aprueba el 8 de mayo de 2002, y el proyecto de ejecución, el 28 de abril de 2003. La licencia de primera ocupación también fue concedida. Ahora, para regularizar su situación, deberá ceder más de 5.000 metros cuadrados en la zona del litoral, con calificación de Parques y Jardines donde se creará el paseo marítimo.

Irónicamente, la operación policial ha sido denominada Goldfinger, título de una de las películas más famosas de Connery como agente 007. La operación urbanística fue amparada por el ya fallecido ex alcalde marbellí Jesús Gil y Gil, ya que se recalificó el terreno donde estaba el chalé del actor en Marbella del actor. El juez investiga la presunta comisión de los delitos contra la hacienda pública, prevaricación, malversación de caudales y blanqueo de capitales.

También en el sumario de la operación Malaya aparece la vinculación de Juan Antonio Roca con esta urbanización, la urbanización Malibú. Al parecer, el ex asesor urbanístico tenía la propiedad (según aparece en la contabilidad de Maras Asesores, en el fichero "inmuebles.xls") de un apartamento en este lujoso complejo. De hecho, los precios de los pisos hoy por hoy no bajan de los 1,2 millones de euros, 200 millones de pesetas.

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