Málaga

De la Torre vuelve a hacer oídos sordos de las propuestas del OMAU

  • Elude realizar cualquier reflexión sobre el modelo económico de la ciudad, que, según el ente, depende de manera "prácticamente patológica" del turismo

Dos turistas caminan por el Centro de Málaga.

Dos turistas caminan por el Centro de Málaga. / Javier Albiñana

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, vuelve a hacer oídos sordos a los planteamientos de uno de los organismos que está bajo su mando, el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU). El ente municipal, convertido en una especie de pepito grillo en la última década, denunciando los efectos del modelo comercial y económico del Centro Histórico, vuelve a mostrar su perfil crítico en un reciente informe en el que cuestiona la "prácticamente patológica" dependencia que la capital de la Costa del Sol tiene del turismo y subraya la necesidad de, en la actual crisis sanitaria, extraer “aprendizajes para evitar una vinculación tan extrema al turismo, y diversificar la economía hacia otros ámbitos”. 

Ante las sugerencias del OMAU, el regidor negó la mayor. En una entrevista en el programa Hoy por Hoy de la Cadena Ser, De la Torre se expresó contrariado ante los apuntes del organismo municipal, al frente del cual se encuentra Pedro Marín Cots, rechazando la idea de que su estrategia de ciudad esté centrada en el turismo. "No es cierto, no es solo el turismo, hemos hecho una ciudad atractiva para los malagueños (…) que es accesible para los malagueños y por tanto también para los turistas, pero también vale para los que quieren invertir en ella; prefiero apostar más por ello", expuso. 

Incluso, defendió que desde hace años la estrategia municipal está muy basada, por ejemplo, en la atracción de talento exterior y de empresas tecnológicas. "Si es atractiva para el turismo, lo es también para los que quieren trabajar aquí en las TICS", insistía, recordando incluso, a modo de anécdota, el encuentro con unos ingenieros belgas de Oracle, que trabajan en Málaga, que le hablaban de la capital "maravillas; estaban enamorados de Málaga, decían que era una ciudad completa".

"Ese es el modelo de ciudad, eso es lo que quiero que oigan los del OMAU y que se pongan a ver cómo la podemos hacer más completa y atractiva, aunque vengan turistas, de calidad, que gasten mucho dinero, ocupando poco espacio", demandó el alcalde. Incluso, en otro punto de su intervención aconsejó al OMAU que aunque se trate de un asunto nacional, ayude a repensar la estrategia seguida por el Gobierno español en la actual pandemia.

El mandatario local se mostró poco permeable a los apuntes realizados por el OMAU en su último informe inmobiliario de la capital, correspondiente al tercer trimestre del año. En ese documento, sus redactores son concluyentes, al afirmar que la citada dependencia de la actividad turística no es exclusiva del momento actual. "Es una situación estructural de la ciudad que se lleva mucho tiempo señalando desde muchas instancias como el Plan Estratégico o la Agenda Urbana, pero sin mucho éxito como podemos contemplar con preocupación", lamentaron, agregando: "Ello afecta al potente sector de la hostelería y a los servicios complementarios del turismo que han sido salvados inicialmente del colapso total por el concurso de los ERTE, pero cuya fragilidad a corto y medio plazo es muy preocupante".

Los datos objetivos dan la razón a lo indicado por el OMAU. De hecho, el propio Ayuntamiento ya ha impulsado un primer plan de medidas de apoyo a los sectores comercial y hostelero del Centro en el intento de minimizar la quiebra en la facturación que vienen padeciendo desde la llegada del Covid-19. Una primera acción a la que ahora se suma el anuncio de un plan de subvenciones dotado de 5 millones para estas pequeñas y medianas empresas, con el fin de que puedan costear gastos como los hipotecarios, de alquiler y de funcionamiento.

La última observación ahora realizada por el Observatorio de Medio Ambiente Urbano viene a sumarse a otras muchas realizadas en los últimos años. Este organismo reclamó años atrás la necesidad de fijar restricciones al crecimiento de los negocios de hostelería en el Centro, buscando con ello un reequilibrio de los usos. Sin embargo, durante años la decisión del Ejecutivo local fue la de obviar la propuesta.

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