Málaga

Humo en el antiguo edificio de Correos de Málaga

  • El inmueble teóricamente está vacío, pero los tres operarios que desde hace unos días trabajan para sellar las entradas han visto a tres personas por su interior

Humo saliendo del edificio de Correos de Málaga.

Humo saliendo del edificio de Correos de Málaga. / M. H.

Una columna de humo que emanaba de la cuarta planta del antiguo edificio de Correos, en Málaga capital, ha provocado la alerta de la Policía Nacional y los bomberos. El inmueble teóricamente está vacío, pero los tres operarios que desde hace unos días trabajan para sellar las entradas han visto como pululan tres personas por su interior.

El fuego fue visible hacia las 17:00. Minutos después una dotación de bomberos y una vehículo patrulla de la Policía Nacional se acercaban al edificio ante la alerta de algunos viandantes. El humo que salía era bien visible aunque poco a poco fue bajando en intensidad, incluso antes de que pudieran acceder el equipo de extinción de incendios. Los agentes de la Policía se limitaron a corroborar que salía una humareda hacia el exterior que se había localizado en la cuarta planta.

Al suceder los hechos, tres jóvenes operarios se hallaban trabajando en la parte baja del edificio. Su misión, cerrar todas las posibles vías de entradas a extraños. Uno de los trabajadores relató que el lunes habían cerrado un acceso lateral que el martes se encontraron forzado. También aseguraron que habían desaparecido algunas pertenencias que se habían dejado al concluir la jornada laboral e insistieron en que habían divisado hasta tres personas.

El antiguo edificio de Correos cerró al público hace once años. El magnate israelí Haim Tsuff lo adquirió hace casi dos años en una subasta pública por 23,5 millones de euros. Su intención inicial era transformarlo en un hotel. Pero la operación no es tan sencilla.

El Plan General de Ordenación Urbana de Málaga lo contempla como equipamiento público. Para modificar su calificación es necesario que el propietario compense al municipio con una superficie equivalente a la que perdería si se destina a uso hotelero el inmueble. Y son nada menos que más de 15.000 metros cuadrados.

Mientras se desarrollan las negociaciones para ver qué se determina al final, no son nuevas las denuncias de okupas que se suceden. Sólo hay que echar un vistazo a los huecos de las fachadas para descubrir todo tipo de objetos en su interior. El riesgo es que se puedan producir episodios como el de ayer. El dueño trata de impedir la entrada de inquilinos ajenos, pero hasta ahora las señales que deja el humo dicen lo contrario.  

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