Los dos guardias civiles que fueron arrestados el pasado miércoles y que son acusados por Asuntos Internos de los supuestos delitos de cohecho y extorsión han ingresado en prisión, mientras que un empresario que también fue detenido, familiar de uno de los funcionarios, ha quedado en libertad bajo fianza.
Asuntos Internos acusa a los dos agentes de presuntos tratos de favor a un empresario, lo que implica los delitos de cohecho, extorsión e infidelidad en la custodia de documentos, según han confirmado a este periódico fuentes del Instituto Armado.
Los dos guardias civiles son de Tráfico y se está investigando si hacían la vista gorda con los transportistas que trabajaban para ese empresario y que iban con un exceso de carga o con los discos manipulados a cambio de dinero. También se está analizando si los dos agentes ahora presos podían trabajar para ese empresario.
El subdelegado del Gobierno, Jorge Hernández Mollar, ha asegurado que ellos son los primeros interesados "en limpiar nuestras propias casas" y que ha sido la Guardia Civil, el cuerpo de estos dos agentes supuestamente corruptos, el que inició la investigación cuando se tuvo constancia de los hechos.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ya ha denunciado que este tipo de prácticas no son nuevas en Tráfico. En diciembre aseguraron que tenían un informe en el que iban a solicitar a la Secretaría de Estado que investigara posibles irregularidades, tales como supuestas presiones a agentes por parte de mandos para no multar a determinados vehículos de transporte.
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