Día Mundial

Luchadores contra el cáncer

  • Personas que han sufrido la patología cuentan su lucha, vivencias y miedos

  • Pacientes y familiares destacan la importancia del apoyo psicológico para afrontar mejor la enfermedad

María José Garrones, Pilar Pascual y Rosalía Cortés (de izq. a der.) en el Foro de la AECC.

María José Garrones, Pilar Pascual y Rosalía Cortés (de izq. a der.) en el Foro de la AECC.

El año pasado María Sánchez fue elegida Miss Málaga con una larga y sensual melena rubia. Pocos sabían que aquella joven de 27 años había sufrido un cáncer con tres años y había perdido el pelo. “Me acuerdo de todo. Hablo en los medios para dar ánimo a los padres de esos niños que hoy están afectados. Para decirles que sus hijos podrán ser todo lo que se propongan”, afirma.

Ella ha estudiado magisterio y ahora busca hacerse un hueco en el mundo de la moda. Y lo que pocos saben es que aquella niña que perdió su pelo ahora cada vez que se lo corta lo dona a Mechones Solidarios para que hagan pelucas para enfermas con cáncer. “No podía donar sangre ni órganos y encontré en esta idea una forma de ayudar porque es superimportante que las pacientes se vean bien frente al espejo ya que les da ánimo día a día”, sostiene.

Ayer, en la celebración del Día Mundial Contra el Cáncer, hubo muchos testimonios de superación. Como el de Rosalía Cortés, que hace seis años sufrió un linfoma. Entonces tenía una niña de 12 y un niño de 10. Cuenta que para sus padres el diagnóstico fue un mazazo. “Había días que yo me derrumbaba. Pero tenía que estar fuerte por mi familia; por mis padres y por mis hijos”, recuerda. Por eso agradece el apoyo de los psicooncólogos de la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Dice que los médicos de cabecera a estos pacientes les recetan antidepresivos y pastillas para dormir. “Al final, estás todo el día atontada, cuando tú lo que necesitas es liberar angustia”, sostiene. Así que se suma a la reivindicación de más recursos para la atención psicológica de los enfermos oncológicos.

José María Moya sufrió un linfoma. Pasó por la quimio y dos años después de terminarla sus temores no disminuían. “Era un puzzle desencajado. Tenía miedo por mí, porque me volviera a pasar, miedo por mi familia, me sentía culpable. No gestionaba bien mis sentimientos”, explica. Asegura que con el apoyo psicológico que recibió en la AECC empezó a tener sensaciones positivas: “Aprendí a ver una salida, a que soy dueño de mi vida y a afrontar la situación”.

María Sánchez, Miss Gran Málaga 2018. María Sánchez, Miss Gran Málaga 2018.

María Sánchez, Miss Gran Málaga 2018.

Pilar Pascual padeció un cáncer de mama hace ocho años y luego otro hace tres. En esta segunda vez fue a la asociación porque como efecto secundario de los tratamientos se le hinchaba un brazo. “Yo no fui a buscar ayuda psicológica, pero me la dieron y me vino muy bien para afrontarlo y para aprender a vivir con nuevas realidades”, sostiene. Como otras personas que han sido atendidas por los psicooncólogos de la AECC valoran este servicio y denuncian el “déficit” de esta asistencia en la sanidad pública.

María José Garrones perdió a su hermano, de 58 años, por un cáncer. “Fue galopante, en 15 días se fue. Te quedas que necesitas ayuda psicológica porque no tienes ganas de vivir. El médico de cabecera me mandaba pastillas para dormir. Pero con la atención psicológica de la asociación no las necesito”, decía.

A Emilia Sousa le diagnosticaron un cáncer de mama hace casi cinco años. Le dieron quimio y perdió el pelo. Está deseando pasar la barrera de los cinco años del diagnóstico “porque dicen que transcurrido ese tiempo la probabilidad de que se repita es mínima”. Para ella la enfermedad fue un jarro de agua fría. Pero ya ha vuelto a trabajar y hace tiempo que recuperó el pelo.

Reflexiona que el cáncer la ha hecho ser mejor persona: “Cuando piensas que te puedes morir, valoras más las cosas, ya no discutes por tonterías. El cáncer me cambió para bien. Me tomo las cosas con más calma. Me gusta estar más con la naturaleza, disfrutar de las personas y de mi perrita. El cáncer te cambia el chip, se aprecia más la vida”. En la provincia hay 25.200 pacientes oncológicos. María, José María, Pilar, Emilia, Rosalía y María José son algunos ejemplos de esos luchadores contra el cáncer.

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