Con Málaga exige la dimisión del obispo tras asegurar que "tenían conocimiento de los delitos" del padre Fran
Toni Morillas ha manifestado, durante el Pleno de este miércoles, que "se puso en riesgo a la población con su traslado de Melilla" a la provincia malagueña a principios de año
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Las presuntas agresiones sexuales por parte de un sacerdote de Vélez-Málaga y la gestión de la Diócesis también han salido a relucir en el Pleno del Ayuntamiento de la capital relativo al mes de septiembre. La portavoz del grupo municipal Con Málaga, Toni Morillas, ha pedido "explicaciones" al Obispado y exigido la dimisión del gobernador de la jurisdicción religiosa porque "es muy grave lo que hemos conocido estos días en cuanto a la connivencia con el agresor sexual".
En esta línea, Morillas ha propuesto un pronunciamiento unánime del Pleno en relación a las peticiones que ha formulado, pues asegura que "tras conocerse que tenían conocimiento de los delitos", no solo "no se tomó ninguna medida", sino que además "se puso en riesgo a la población con su trasladado de Melilla a Málaga".
Y es que la joven acudió a la Diócesis de Málaga en enero para informar de que mantenía una relación sentimental con el conocido como padre Fran. Al poco tiempo, el sacerdote fue trasladado a Málaga. El Obispado insiste en que los motivos de su salida fueron "problemas de salud". Meses más tarde, en agosto, la entonces pareja del Francisco encontró en la vivienda del inmueble que compartían en Melilla un disco duro. Lo abrió sin presagiar lo que encontraría en su interior. En un primer momento, encontró varias carpetas nombradas con una sola letras. Al entrar en ellas, encontró el horror. Mujeres semidesnudas, dormidas o bajo los efectos de algún sedante siendo supuestamente agredidas sexualmente por el que había sido su pareja.
Por ello, Morillas ha insistido en una repulsa indivisa por parte del Pleno del Ayuntamiento de Málaga al considerar que "debe haber una tolerancia cero con las agresiones sexuales, las cometan quienes la cometan. Y ya sabemos que la iglesia tiene 4.000 víctimas de violencia sexual en su haber", ha criticado.
Por su parte, el Obispado asegura que se trata del "primer interesado en que se sepa toda la verdad". La portavoz de la Diócesis malagueña, Antonio Moreno, pidió este martes se investigue "hasta el final" lo ocurrido y mandó un mensaje "de apoyo más cercano a las víctimas, con las que nos sentimos profundamente comprometido. También expresó "el dolor que siente toda la comunidad cristiana malagueña".
Moreno apuntó que "se ha comentado que nosotros -el Obispado- desde el mes de enero conocíamos la existencia de estos vídeos, que son delitos, claro, que son unos vídeos grabados ilegalmente, y eso es totalmente falso". Al respecto, señaló que "en ese momento se conocía la relación que tenía ella con este sacerdote, pero no conocíamos la existencia de esos vídeos".
En este punto, aseguró que el Obispado no tenía los vídeos; "no teníamos la prueba por lo que no podíamos hacer nada, ni ejercer ninguna otra medida más que decirle que fuera a la Policía", añadiendo que "nos hemos puesto a disposición de ellos, por supuesto, porque somos los primeros interesados en que se sepa toda la verdad, y por eso pensamos que era la Policía la que tenía que iniciar esa investigación".
Moreno señaló que no ha sido hasta ahora cuando han tenido confirmación de todo el contenido concreto de esta investigación y es por ello que ha sido en este momento cuando se han tomado las medidas disciplinarias, se justifica, en relación a la retira de las las licencias ministeriales del sacerdote.
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