Un grupo de ciudades europeas, entre las que se encuentra Málaga, está liderando el impulso de la Agenda Digital, uno de los objetivos estratégicos de la Unión Europea, pero cuya trascendencia es mayor aún en el actual escenario del COVID-19. Junto a la capital de la Costa del Sol, firman esta iniciativa Londres, Milán, Barcelona, Lisboa y Nantes, entre otras. 

En el documento se pone de relieve cómo el coronavirus ha demostrado que "una transición digital justa y rápida no solo es posible, sino también más necesaria que nunca". "Las tecnologías digitales han sido clave para garantizar la continuidad de los servicios municipales y para proporcionar una respuesta humana y social a la pandemia", se destaca en el escrito, en el que se constatan, además, "las marcadas desigualdades que configuran el acceso a las tecnologías digitales y la protección de nuestros datos y derechos digitales".

El confinamiento obligado por la crisis sanitaria ha forzado a que muchas de las empresas hayan continuado su actividad mediante el teletrabajo, para lo que se han servido de las tecnologías digitales, que, a su vez, "han permitido proporcionar una respuesta más social y comunitaria a la crisis, desde la impresión 3D de equipos de protección personal en laboratorios municipales, hasta proporcionar atención médica adecuada para personas confinadas o abordar la soledad entre nuestros mayores los ciudadanos".

Es decir, que la innovación digital se ha convertido en "instrumento clave" este momento. A pesar de ello, se trata de un instrumento "difícil de garantizar cuando el acceso de los grupos más vulnerables a internet y su capacidad para aprovechar al máximo los servicios digitales, se define por su nivel de ingresos, edad, género o incluso vecindario".

Sobre ello, el escrito pone de relieve que las tecnologías digitales "están delineando las desigualdades sociales de una manera más fuerte que nunca". "El papel que desempeña la digitalización es más claro que nunca en nuestro derecho a la educación, el acceso a los servicios sociales, las oportunidades de empleo, la capacitación o incluso la posibilidad de estar con nuestros seres queridos" destacan las ciudades impulsoras de la iniciativa.

A modo de apuesta, las ciudades firmantes insisten en la necesidad urgente de desarrollar "una transición digital justa, que funcione para todos, que ponga la innovación digital al servicio de la cohesión social y los derechos humanos". Y dentro de este proceso, un primer paso es considerar el acceso a internet como un derecho.

En este contexto, las ciudades aluden a la solicitud realizada al Ejecutivo comunitario y a los gobiernos estatales y autonómicos sobre la necesaria participación en el presupuesto de la UE para el periodo 2021-2027 y en el Plan Europeo de Recuperación y Resilencia dotado de 560.000 millones de euros. Una acción que viene a sumarse a la que ya viene realizando Málaga reclamando al Gobierno central para poder hacer uso del remanente acumulado en ejercicios anteriores para financiar la recuperación económica y social.