Málaga

Málaga vuelve a subir la persiana de sus tiendas y bares

Aspecto de la terraza de Casa Aranda en la mañana de su reapertura.

Aspecto de la terraza de Casa Aranda en la mañana de su reapertura. / Marilú Báez (Málaga)

En un día soleado de invierno, se respiraba un ambiente distinto por las calles del centro de Málaga, pero tan solo era una felicidad aparente, porque la pandemia continúa y la sombra de una cuarta ola de contagios acecha. La bajada de la tasa de contagios del coronavirus en la capital ha permitido este sábado 13 de febrero la reapertura de los comercios y establecimientos de actividad no esencial.

Muchas personas aprovecharon para pasear por el centro, pero sin gastar dinero ni entrar en los comercios, aunque otros hacían cola a primera hora para entrar a las tiendas en cuanto abrieran. "Tener las tiendas abiertas da mucha vida, pero por el momento prefiero no entrar ni gastar. Además, no tengo planes como para tener que comprar ropa u otras cosas, lo esencial lo tengo en casa ya", explicaba la joven Laura Romero.

Durante la mañana, los comercios locales se mostraban algo pesimistas. “Las tiendas de barrio se sostienen con sus vecinos, los comercios del centro dependen de la gente que viene aquí, y notamos mucho el cierre perimetral”, comentaba Laura Fernández, dependienta de Carla, una tienda de ropa para celebraciones y eventos situada en la céntrica calle San Juan.

Eugenia Sánchez, encargada de la tienda Moolberry en Puerta Nueva confesó que la situación es crítica. “Las clientas entran con mucho miedo, no tocan nada y se van. Además, la gente no quiere gastar dinero”, admitía Sánchez. Otro problema con el que cuenta es que la ropa de invierno no se vendió y la tiene en la tienda.

"Es una inversión perdida. Ahora hay que volver a invertir dinero en comprar ropa de primavera y dinero, sin haber recuperado el dinero de la temporada anterior”, comentaba la joven. “El pequeño comercio lo tiene más difícil también porque los grandes centros y franquicias tienen la ropa muy barata”, explicó Sánchez.

Otro tipo de comercio local malagueño que ahora debería vivir su temporada alta con la llegada de la cuaresma son los establecimientos de artículos religiosos y cofrades, como es el caso de la Cerería Zalo y la tienda Nazareno. “Ya el año pasado no salvamos la temporada con todo ya preparado, y este año pinta igual aunque la inversión ha sido mucho menor”, explicó Carmen Portillo, encargada de la cerería. Su compañero Ignacio Gonzalo confía en que la apertura de la tienda online y su actividad en redes sociales pueda incentivar al consumo de estos artículos.

“Estoy convencido que esta reapertura se ha hecho para salvar el día de San Valentín que es este domingo, y nos volverán a cerrar. Hay mucha gente en la calle pero no compran en las tiendas”, confesó Miguel Pérez, dueño del taller de la tienda Nazareno.

Optimismo en los bares de Málaga

Las terrazas de los bares y restaurantes sí que gozaban de gran clientela, incluso podían verse algunas colas en zonas como la plaza de Félix Sáenz, calle San Juan o la zona del Muelle Uno a primera hora de la tarde. “La verdad es que la mañana ha ido muy bien, aunque nosotros cerramos a las 14:00 y no abrimos por la tarde, no nos merece la pena volver a trabajar para tener que bajar las persianas otra vez a las 18:00”, comentó Sol Castillo, gerente de Casa Aranda.

"Hemos salido a tomar algo y ya aprovecharemos para pasear. La verdad es que al tener los bares abiertos es otro ambiente y parece que la ciudad se anima un poquito más. Aunque claro, es un respiro para la economía pero otra prueba de fuego más para el coronavirus. Tenemos que cuidarnos todos", contaba Miguel Pérez, un cliente que acudió a desayunar al centro con su familia.

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