Málaga

“Oa, oa, oa Mariano a La Moncloa”

  • Rajoy hizo gala de política de contener el gasto y viajó a Antequera, ida y vuelta, a bordo del AVE y sólo compartió aperitivo con Javier Arenas. La economía no está para almuerzos multitudinarios

El mitin celebrado por los populares de Málaga en Antequera no fue en esencia un acto político al uso, no se vertieron ni nuevas ideas, ni se desvelaron programas, ni novedosos proyectos de futuro. Fue una magnífica puesta en escena de la fuerza del PP en Andalucía que parecía pretender dos objetivos básicos. Uno, dirigido al consumo interno, que trataba de reafirmar la creencia de que el retorno al poder está, en España, al alcance de la mano y, que en Andalucía, es posible. Dos, los dirigentes populares son conscientes de que para conseguir el objetivo anterior es necesario ampliar su base electoral, razón por la que sus líderes insistieron en destacar en sus distintas intervenciones que se trataba de un acto para todos los andaluces, para los del PP, y para todos los que se quieran sumar, ya que todos tienen la puerta abierta.

Desde muy temprano 300 autobuses se ponían en marcha desde cualquier rincón de Andalucía, la mitad desde Málaga, para participar en una auténtica representación del poderío del centroderecha andaluz, cifra de vehículos que ayuda a confirmar el número de asistentes estimado por la organización. Más de 17.000 personas se dieron cita en el coso de Antequera. Incluso un buen número debieron seguir las intervenciones desde la calle.

Un ambiente festivo, caldeado por un sol insoportable que quizá explique la corta duración de los discursos de los diferentes intervinientes. “Sé cómo lo estáis pasando”, dijo Mariano Rajoy refiriéndose al calor reinante, que realizó una intervención de poco más de 15 minutos, mientras que Javier Arenas rozó los 20 y Elías Bendodo, el más parlanchín, alcanzó los 25 minutos.

Discursos que fueron precedidos por la actuación como teloneros de Ana María Corredera, el candidato local a la Alcaldía, Manuel Barón y el secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz. Destacar que Corredera recibió en el acto de ayer domingo el público agradecimiento, tanto de Rajoy como de Arenas, al trabajo de toda su vida. No hay que olvidar que la parlamentaria andaluza fue la auténtica refundadora de la derecha democrática en Antequera y que tuvo que atravesar, durante muchos años, un camino plagado de obstáculos para lograr que el PP se alejara de la imagen de los caciques de la comarca y de sus usos rancios.

Una imagen que hoy, al menos en apariencia, no tiene nada que ver con los viejos tiempos, como quedó patente en los rostros de los participantes en la coreografía que acompañó a las intervenciones de los líderes populares. Un público joven que además de jalear a los intervinientes con frases como “oa, oa, oa, Mariano a La Moncloa”, o de espetarle “torero, torero” a Arenas cuando defendió la fiesta de los toros, subía y bajaba una serie de cartelitos, con las palabras “cambio”, “dimisión” y “empleo” coincidiendo con el contenido del mensaje de los oradores. Un acto de auténtico marketing electoral que se desarrolló sin ningún tipo de incidente y sin la necesidad de la intervención destacable de los servicios sanitarios, a pesar de la alta temperatura reinante, gracias quizá al trabajo de los 50 componentes del equipo de organización y de los cerca de 250 voluntarios de Nuevas Generaciones, que como buena parte del público coreó la interpretación del Himno de Andalucía que realizó para cerrar el acto la cantante malagueña Rocío Alba. Una nota de color que también habla del esfuerzo de los populares por ofrecer una cara distinta. En definitiva, satisfacción en la cocina popular que considera logrado el objetivo de mantener alto el llamado “espíritu de Dos Hermanas” y de darle leña al adversario en su casa, aunque por un precio desconocido ya que nadie de la organización fue capaz de concretar el presupuesto del multitudinario acto. Eso sí, al menos, Rajoy hizo gala de la política de contener el gasto y viajó a Antequera, ida y vuelta, a bordo del AVE y sólo compartió aperitivo con Arenas. La economía no está para almuerzos multitudinarios.

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