Málaga

El Obispado de Málaga estudia personarse en la causa contra el cura acusado de violar y sedar a mujeres

El sacerdote detenido en la iglesia Santa María Micaela de Melilla, donde fue párroco.

El sacerdote detenido en la iglesia Santa María Micaela de Melilla, donde fue párroco. / DIÓCESIS DE MÁLAGA

El Obispado de Málaga estudia personarse en la causa judicial que ha abierto el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Vélez-Málaga contra el sacerdote malagueño acusado de abusar sexualmente de al menos cuatro mujeres entre los años 2017 y 2019.

El cura, Francisco J.C., natural de Vélez-Málaga y que ahora tiene 33 años, está en prisión provisional tras ser detenido el pasado día 11 por, presuntamente, sedar y abusar sexualmente de varias mujeres, unos hechos que grabó y que descubrió su pareja sentimental en un ordenador del domicilio que ambos compartían en Melilla.

Fuentes cercanas a la diócesis han indicado a EFE que aunque normalmente no suelen personarse judicialmente en las causas que se siguen contra personas que han pertenecido a su comunidad, en este caso, debido a la gravedad de las acusaciones y el grave daño causado a la Iglesia, están estudiando tomar medidas.

El mismo día que la Policía comunicó el motivo de su detención, el Obispado retiró al religioso las licencias ministeriales, que supone que no dispone de permiso para ejercer como sacerdote y administrar los sacramentos.

Este es el primer paso para un proceso canónico, que podría llevar al cura a la inhabilitación para toda la vida.

"Nos ha engañado a todos, parecía encantador, campechano"

La noticia de la detención del "padre Fran" ha causado gran conmoción entre sus compañeros y uno de sus más allegados ha reconocido a EFE que lo están pasando mal: "Nos ha engañado a todos, parecía encantador, campechano, honesto, con mucha vocación".

El "padre Fran" fue ordenado sacerdote en 2017 y había ejercido como párroco en municipios como Álora, Ardales y Carratraca, en Málaga, y, más recientemente, en Melilla.

Tras su llegada a la península fue párroco sustituto en las iglesias de Nuestra Señora de la Encarnación, en la localidad malagueña de Yunque.

"Lo llevo arrastrando desde hace mucho tiempo"

Bien es sabido que en la Iglesia católica el celibato es obligatorio. Se trata de una condición sine qua non para poder ser cura. Francisco Javier C. no lo cumplió. Su pareja no pudo con el "pecado" y terminó confesando. Reconoció a la vicaría de Melilla que mantenía una relación sentimental con el párroco de la iglesia de Santa María de Micaela, en la ciudad autónoma, donde ambos además residían juntos. En agosto, también denunciaría la existencia de un disco duro con supuestas agresiones sexuales en las que vería implicado al conocido como padre Fran. Ahora, reconoce encontrarse "mal". "Lo llevo arrastrando desde hace mucho tiempo".

La investigación por parte de agentes de la Unidad de Familia y Atención a la Mujer (UFAM) de Melilla -en colaboración con sus homólogos en Madrid- se inició hace ya un mes, después de que la que había sido novia del sacerdote entregara en Comisaría una copia de disco duro que contenía fotografías y vídeos donde aparecían varias mujeres semidesnudas, adormiladas y previsiblemente bajo los efectos de alguna sustancia sedante siendo agredidas sexualmente por el cura. Si bien, el caso saltó a la opinión pública el pasado lunes.

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