Málaga

La Semana Santa reabre el debate sobre la ocupación de la vía pública por la hostelería en Málaga

Sillas apiladas junto a la entrada del Museo Picasso.

Sillas apiladas junto a la entrada del Museo Picasso. / M. H.

Las terrazas y su porcentaje de la ocupación de la vía pública está siendo la comidilla del debate en Málaga. Si ya venían siendo señaladas cada poco tiempo por posibles excesos, esta Semana Santa ha supuesto el detonante de una polémica que recoge a vecinos que señalan a los hosteleros y que el Ayuntamiento es demasiado flexible, los hosteleros que se defienden argumentando que intentan cumplir con las exigencias y crean empleo y el propio Consistorio, que ante esta ola de opinión pública compartió diariamente durante la Semana Santa el número de actas levantadas contra terrazas incumplidoras. 

El balance final tras ocho días de procesiones es claro: 178 actas levantadas entre el Área de Vía Pública y la Policía Municipal entre exceso de ocupación y la carencia total de autorización –si bien es cierto que no todas ellas son de espacios hosteleros–. Es decir, cada uno de los ocho días en los que los tronos han estado saliendo por el Recorrido Oficial de las calles de Málaga se han detectado más de 22 infracciones.

Los datos que ofrece el Ayuntamiento se desgranan de la siguiente manera: en total, los funcionarios de Vía Pública han levantado 93 actas, 60 por un exceso en el espacio que ocupaban y otras 33 por no tener autorización para desplegar la terraza; la Policía Local, por su parte, ha realizado 583 comprobaciones, de las que en 85 han tenido que levantar actas por incumplimiento del uso del espacio público, menos del 15%. Las terrazas que carecían de autorización fueron levantadas con la colaboración de Policía.

Cabe recordar que el Ayuntamiento había emitido 105 decretos a los establecimientos hosteleros para informarles que sus terrazas serían afectadas total o parcialmente durante Semana Santa. Este año, eso sí, con más tiempo y previsión que el pasado, cuando los hosteleros se personaron en la puerta del Ayuntamiento y rodearon al alcalde el mismo Viernes de Dolores después de que les avisaran ese mismo día con las retiradas de terrazas que tenían que efectuar en Semana Santa. "El Ayuntamiento de Málaga nos ha dado una bofetada con la mano abierta. Estamos perplejos", dijo entonces Javier Frutos, presidente de la patronal hostelera Mahos. Este periódico ha intentado contactar con la patronal para hacer balance de lo acaecido tras la Semana Santa, sin obtener respuesta. 

Este año, pese a una mejor organización previa, el 23 de marzo –durante el traslado de Estudiantes– se produjo el primer encontronazo, el restaurante El Gallo, de calle San Agustín, no retiró su terraza al paso del trono, levantando las criticas de la opinión pública y causando que la Agrupación de Cofradías emitiese un comunicado en el que lamentaba de la "falta de sensibilidad y responsabilidad por parte de algún negocio" y pidiendo que se "respete el paso de las procesiones".

Este mismo negoció fue sancionado por apilar sus sillas y mesas recogidas junto al Museo Picasso, un palacio renacentista del Siglo XVI con protección arquitectónica. Esto sucedió sólo unas horas después de que otro establecimiento, Canela Fina, colocase tres mesas, con su cubitera para el vino, en el umbral de otro museo, el Carmen Thyssen. En este caso "momentáneamente" debido al traslado del Mutilado y por orden de un agente de Policía Local que no consultó con sus superiores. A esto se suma el uso como barra que algunos clientes de los negocios de la Alameda Principal le dieron a la recién estrenada boca del metro. 

Mesas colocadas en la entrada del Museo Thyssen. Mesas colocadas en la entrada del Museo Thyssen.

Mesas colocadas en la entrada del Museo Thyssen. / M. H.

Pese a ello, pasada la Semana Santa, el presidente de la Agrupación de Cofradías de Málaga, Pablo Atencia, quiso enfriar el debate en una entrevista en Cadena Ser tras el serio encontronazo que tuvo con la hostelería el citado 23 de marzo. Ese día, la institución criticó que los establecimientos no retiraran las mesas al paso de los titulares y reclamó que "velaran por el buen desarrollo de las procesiones". Este lunes, más relajado, aseguró que había sido la Semana Santa en la que "menos quejas" se habían encontrado: "Los hosteleros son cofrades y son sensibles. Se ha mejorado mucho, salvo algún incidente puntual”.

Quienes sí se mantienen críticos son los vecinos. Carlos Carrera, presidente de la Asociación de Vecinos del Centro Histórico, asegura que, pese a los números de intervenciones, "al Ayuntamiento le falta credibilidad, ya ya hemos visto como con las despedidas de soltero todas las semanas anuncian la cantidad de intervenciones que realizan, pero el problema persiste". 

También se preguntan los vecinos, más allá de las actas levantadas, "qué pasa con los locales reincidentes, ¿no se les retira la autorización?". Así, apuntan que temen que estas medidas sean "cosméticas, es necesario que se haga cumplir la normativa con menos tibieza y un régimen sancionador menos laxo". 

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