Málaga

El 18% de los alumnos de primer curso de la UMA abandona

  • El año pasado dejaron la carrera iniciada 1.204 jóvenes · La mala preparación y la desorientación motivan la huida · Los directores de centros subrayan el fracaso de la enseñanza media

El año pasado 1.204 estudiantes de primero de la Universidad de Málaga (UMA) dejaron los estudios antes de acabar el curso académico. Esta cifra representa el 18,5% del total de nuevos alumnos. El porcentaje es un simple promedio detrás del que se esconde una distribución muy desigual: en 23 de las 60 titulaciones de la UMA la tasa de abandono superó el 25%, llegando a casos extremos como la especialidad de Telecomunicaciones en Sonido e Imagen o Filología Clásica que alcanzaron el 50% de renuncias. En el primer caso tiraron la toalla 27 de los 54 nuevos estudiantes. En la segunda carrera, cuatro de ocho. Justo detrás se sitúan Informática de Gestión, con una tasa de abandono del 49%, Psicopedagogía (43%) y Ciencias Actuariales (42%).

En general, las ingenierías son las que tienen más alumnos huidos. En nueve de las 16 carreras de este área de conocimiento el abandono supera el 25%. La falta de nivel académico y una cierta desorientación en los estudiantes recién llegados a la universidad explican el amplio fracaso académico en el primer curso. "El problema es que el sistema de enseñanzas medias en este país ha fracasado. No forman para que los estudiantes lleguen a la universidad con un nivel suficiente", resume el director de la Escuela de Informática, José María Troya.

Desde su punto de vista esta carencia es especialmente acusada en matemáticas. De hecho, la escuela organiza cada año un curso cero en esta disciplina para proporcionar a los nuevos alumnos al menos una panorámica de los conocimientos imprescindibles que deben tener.

Además, el acceso a las ingenierías en Málaga es prácticamente libre, no hay notas de corte lo que favorece la llegada de alumnos de expediente discreto, "mal preparados que cuando pasa un tiempo y comprueban que no se enteran de nada lo dejan".

Antonio Puerta, director de la Escuela de Telecomunicaciones también alude a las carencias tanto en matemáticas como en física para explicar el elevado abandono de los estudios durante el primer curso universitario. "Hay un deterioro enorme del conocimiento en esas áreas. El choque al llegar a la universidad es muy importante y genera conflictos en el alumno que ve pasar el tiempo y no se entera de nada o casi nada".

El director de la Escuela Politécnica, Alejandro Rodríguez, agrega otro elemento: la dureza de estas carreras. "Son estudios que suponen una exigencia muy alta tanto de conocimientos previos como de dedicación".

Detrás de las deficiencias del Bachillerato los directores de Telecomunicaciones e Informática se refieren también a la escasa disposición de los alumnos para asumir retos difíciles. "Es una actitud que incluso sorprende a los profesores muy jóvenes", precisa Antonio Puerta. José María Troya se queja de la necesidad de impulsar "una cultura más exigente" y no sólo entre el alumnado, sino en la sociedad en general. "El mercado no discrimina el esfuerzo y las ingenierías no están bien pagadas. No es razonable que a un titulado que tarda un promedio de ocho años en concluir los estudios le paguen 1.000 euros al mes". Desde su punto de vista, la desproporción entre el esfuerzo y la recompensa anima a muchos estudiantes a abandonar.

El tercer factor que señalan los directores de los centros es la desorientación de los nuevos alumnos que se matriculan en una determinada carrera para probar y sin tener muy claro sus contenidos. José María Troya lo aprecia en Informática. A pesar de los esfuerzos del centro por dar a conocer sus estudios, muchos estudiantes noveles se sorprenden cuando comprueban que no se trata de contenidos lúdicos ni de hacer videojuegos. "El despiste vocacional es absoluto", apunta Antonio Puerta.

Sin embargo, también hay ingenierías con una tasa de abandono muy inferior a la media general. Este es el caso de la especialidad en Automática y Electrónica, una de las especialidades de Ingeniería Industrial, que retuvo el año pasado a los cuatro alumnos de nuevo ingreso o Diseño Industrial que registró una huida del 15%, tres puntos por debajo de la media detectada en el conjunto de la Universidad de Málaga.

El director de la Escuela Politécnica atribuye este éxito de fidelización a que se trata del título "con un alto nivel vocacional" en el que los alumnos "son más conscientes de lo que quieren hacer profesionalmente".

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