Acción humanitaria

El bombero Miguel Roldán, un ángel en medio del Mediterráneo

  • Málaga Acoge nombra socio de honor al joven bombero malagueño imputado por la justicia italiana por rescatar a inmigrantes

Miguel Roldán, bombero malagueño imputado en Italia por salvar inmigrantes en el parque del Polígono Sur de Sevilla.

Miguel Roldán, bombero malagueño imputado en Italia por salvar inmigrantes en el parque del Polígono Sur de Sevilla. / Juan Carlos Vázquez (Sevilla)

“Si ir a la cárcel sirviese para dar más bombo a lo que está pasando en el Mediterráneo no tendría ningún problema en ir, lo digo de corazón”. Es el duro testimonio de Miguel Roldán, un bombero malagueño que se enfrenta hasta 20 años de cárcel por su participación en una misión humanitaria en el Mediterráneo.

La justicia italiana le acusa a él y a otros nueve voluntarios de una ONG alemana de cometer un delito de tráfico de personas cuando participaron en una labor solidaria en junio 2017. Durante esos 22 días, la ONG Jugend Rettet estuvo salvando las vidas de numerosos subsaharianos que salían de la costa libia para dirigirse a Italia.

La asociación Málaga Acoge le nombró este miércoles socio de honor de la asociación, coincidiendo con el Día Internacional del Migrante. Un reconocimiento que este bombero natural de Cuevas Bajas agradece por “la visibilidad” que puede aportar a ese gran problema que vive el Mediterráneo.

La humildad de Miguel Roldán se deja ver entre sus declaraciones: “Nunca he hecho esto para salir en los medios de comunicación, soy muy crítico con aquellos que utilizan el turismo humanitario para sacarse la foto y que se le valore”.

Cuenta que a nivel andaluz está recibiendo mucho apoyo y espera que cuando se forme gobierno a nivel nacional también se le apoye, pero insiste en que lo que desea es que su caso sirva para visibilizar la problemática del fenómeno migratorio en el Mediterráneo. “Esto no es para que yo me sienta un mártir, yo soy una persona que lo tiene todo: casa, trabajo... Me siento un privilegiado. Esas personas que tratan de cruzar el Mediterráneo en busca de una vida mejor no tienen nada”.

Miguel Roldán posa con su reconocimiento en la sede de Málaga Acoge Miguel Roldán posa con su reconocimiento en la sede de Málaga Acoge

Miguel Roldán posa con su reconocimiento en la sede de Málaga Acoge / A. R. (Málaga)

Sobre su caso judicial, asegura que “por desgracia, desde Italia quieren que el proceso se dilate lo máximo posible en el tiempo, cuanto más tiempo se dilate, más incertidumbre hay para que las personas que quieran colaborar en el dilema del Mediterráneo se lo piensen antes de hacerlo”. Se les acusa a él, junto a siete alemanes, una escocesa y un portugués de cooperación en el tráfico de personas por salvar vidas en el Mediterráneo.

Esos veinte días del mes de junio de 2017, Miguel y sus compañeros estuvieron frente a las costas de Libia, sin regresar a puerto hasta que se finalizó la misión. Su objetivo era rescatar a todas aquellas personas que se lanzaran desde Trípoli “hasta donde pudiesen”. Miguel habla de recorridos largos de más de 500 kilómetros con embarcaciones precarias con las que era “imposible” recorrer. “Eran naves en las que podrían caber unas 40 personas y, sin embargo, se metían más de 250. El motor, que estaba preparado para 300 kilos soportó alrededor de 10.000, cosas totalmente imposibles de llevar a cabo”, recuerda el bombero.

"Las ONG no son el remedio a estas situaciones, se necesita apoyo gubernamental”

Miguel asegura que en España y en Europa no hay consciencia de lo que está ocurriendo, un drama que él mismo trata de explicar en conferencias y charlas que imparte en centros escolares y sociales. “Todo el mundo ve hoy en día la inmigración como un problema, pero muy pocos saben qué situaciones infrahumanas han llevado a esas personas a lanzarse al mar en busca de una nueva vida”, dice. Gente que se expone a la muerte en esa tumba de sal que es el mar Mediterráneo. Asegura que muy pocos logran conseguir una situación digna al llegar a tierra, “lo que buscan es simplemente sobrevivir”.

La asociación Málaga Acoge premia estas labores desde hace unos diez años con el fin de “promocionar y ayudar a aquellas personas que están colaborando de alguna manera con el tema de la inmigración”, cuenta Agustín Olías, secretario de la asociación. Sobre la problemática del fenómeno migratorio en Málaga, Olías asegura que siguen día a día el problema de la inmigración en Málaga, “aunque no con tanta intensidad como puede ser Miguel o estas organizaciones que están en el mar rescatando”. “Si que notamos que cada vez llega más gente y hay que buscarle cualquier tipo de ayuda para que no mueran de hambre y no deambulen por la ciudad”.

El secretario de la asociación Málaga Acoge asegura que es imprescindible para todas estas asociaciones el apoyo público y privado para desempeñar sus labores de ayuda humanitaria. Cuenta que, grosso modo, han atendido este año a unas 3.000 personas. Asegura que en Málaga Acoge no aumenta en número de ayudas por “la falta de recursos que hay estancados por la falta de Gobierno”, pero que si que notan la llegada de más gente a la asociación, concluye”.

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