Otro concurso de ideas
Opinión | Territorio Comanche
Todos los grandes proyectos de la ciudad han terminado en el 'Museo de la Infografía Malagueña', que posee auténticas referencias internacionales, unos incunables, oiga
Mucho me temo que el neonato Plan Málaga Litoral ya se está 'guadalmedinizando'

Málaga/QUE la ciudad candidata a organizar la Expo27 parapetándose en la sostenibilidad urbana tiene una lamentable ratio de zonas verdes por habitante es algo que solo requiere pasearla desde Carretera de Cádiz a El Palo, o de La Palma-Palmilla a calle Alemania. Se denomina conocimiento empírico. Que la actual corporación municipal viene teniendo desde hace una serie de años la oportunidad de reparar este déficit, y no lo esta haciendo, también. Solo han de visitar los terrenos de los antiguos depósitos de combustible situados en la ronda intermedia, y comprobar como mientras los vecinos plantan árboles y se organizan, en una estrategia ejemplar de gobernanza ciudadana, el Ayuntamiento como contrapartida planta edificios altos. Una vez situado en dichos terrenos, también es recomendable mirar alrededor y así poder comprobar la elevada densidad de ocupación urbana del entorno y, por tanto, comprender la necesidad de un bosque urbano ayer, porque hoy ya es tarde. No es de recibo. Mucho menos que se quiera imponer un proyecto con criterios bastante poco inclusivos y sin contar con la ciudadanía. Parece que solo interesamos en periodos electorales en lo que todo son promesas sostenibles, inclusivas y participativas. Así que lo mismo habría que darle una vuelta al eslogan elegido como tarjeta de visita de nuestra ciudad, antes de hacer el ridículo en cuanto nos refrieguen la cara con algunos indicadores de sostenibilidad urbanos. De carriles bici, ni hablamos.
Como no es menos cierta la crónica indefinición de nuestro regidor a la hora de liderar grandes proyectos, que indefectiblemente terminan con la cantinela de “que me lo pague otro”. A las pruebas me remito: todos los grandes proyectos de la ciudad han terminado en el Museo de la Infografía Malagueña, que posee auténticas referencias internacionales, unos incunables, oiga.
Y es que ya se sabe el dicho referido a la gestión…“si quieres ralentizar un tema, nombra una comisión”, buen ejemplo hemos tenido con el famoso concurso de ideas sobre la integración urbana del Guadalmedina, que nuestro alcalde dinamitó la misma tarde que el jurado hizo publico su fallo, nunca mejor dicho, allá por 2012 en el salón de actos del CAC. Por cierto, la actuación que se está haciendo actualmente en el cauce hasta el puente de Armiñán, bien la pudo haber realizado la Junta de Andalucía hace muchos años, y no haber sido cómplice de su abandono. Pero en el tramo urbano, mucho me temo que seguimos igual que hace una década, o dos… Puesto que será complicado que alguien financie el proyecto de integración urbana, justo en unos tiempos en los que ese alguien se denomina Unión Europea, y que parece no tener el cuerpo para fiestas en plena postpandemia.
Pues mucho me temo que el neonato Plan Málaga Litoral ya se está guadalmedinizando al padecer la misma sintomatologíaguadalmedinizando que vivimos hace 12 años en referencia al famoso concurso de ideas. En síntesis, se trata de un plan que se le encarga, vía gestor municipal de libre designación con superpoderes (llamado Otaola) que ha contratado el alcalde, a dos prestigiosos profesionales malagueños con experiencia, como es el ingeniero José Alba y el arquitecto Salvador Moreno. Repito, profesionales malagueños de prestigio que entre ambos acumulan mas de siglo de experiencia profesional, así que solvencia técnica no falta. Estos desarrollan un plan que puede ser convertido en proyecto en función de un problema ya recurrente en Málaga pero que el confinamiento enfatizó, como es la necesidad de ampliación de espacio de uso ciudadano, público, porque curiosamente la ciudad que aspira a ser la sede de la Expo27 tiene bastante pocos indicadores de sostenibilidad.
Sigo. En cualquier caso desarrollan lo que denominan Plan Málaga Litoral, sobre un territorio ciertamente problemático como es la trama urbana que se extiende desde La Malagueta hasta el Paseo Marítimo de Poniente, con unos elevados rasgos de insostenibilidad urbana, y con un criterio de permeabilidad del trafico a lo largo del litoral para lo que proponen soterrar una vía densa actual y así conectar ambos paseos marítimos. Se puede estar mas o menos de acuerdo con este criterio, y reconozco que personalmente me gustaría más quitar el trafico del centro, hacerlo desaparecer, reduciendo considerablemente las emisiones de CO2, mientras que en el proyecto propuesto, en realidad, se esconde el trafico, en este caso bajo tierra. Igual habría que pensar darle mas fuerza a la denominada vía tangencial, derivando hacia allí el trafico que longitudinalmente cruza la ciudad, lo que liberaría completamente el trafico en el centro urbano. No es un fleco baladí, puesto que su ejecución se estima en 400 millones de euros que, por cierto, no tenemos. Quizá habría que darle una vuelta a eso…
Ahora bien, la contrapartida sí que merece la pena, puesto que se trata de conectar directamente, hacer permeable la ciudad con el mar a través del puerto, y parece que la experiencia que tenemos con los trabajos realizados hasta ahora en los muelles 1 y 2 no es precisamente negativa, salvo alguna cosa. En definitiva, un plan bastante claro con unos criterios definidos, cuyo impacto ambiental no debiera ser negativo, y mediante el que la ciudadanía gana en espacios abiertos, empoderándose de su propio territorio, e incrementando su calidad de vida. Lo que se denomina el confort urbano. Un proyecto de ciudad, mediante el que los malagueños íbamos a mejorar nuestros estándares de calidad de vida. Si la clave está en la actuación en superficie, que es la que realmente va a hacer ciudad, va a ampliar el espacio ciudadano, sorprende que se cree ahora un concurso de ideas para que una serie de profesionales pierdan tiempo y horas de trabajo para premiar al mejor de los proyectos, arquitecto de prestigio de fuera mediante, para que nuestro regidor cuando se haga público el fallo del jurado, no pierda tiempo en recordar que la resolución del jurado no es vinculante y que de la conjunción de ideas saldría el proyecto definitivo. Lo he vivido.
Realmente es como si subyaciera un complejo de inferioridad mediante el que la Málaga museística, la que pretende echarle la pata a otras grandes capitales mediterráneas, es incapaz de tener un criterio solvente, robusto y de futuro. De tal forma que pareciera que existe una doble vía, lenta, tediosa, embarrada, para ejecutar los grandes proyectos de ciudad con afección territorial y sobre la ciudadanía, como pueden ser la integración urbana del Guadalmedina, o el gran avance de la ciudad hacia el mar del siglo XXI, como este Plan Málaga Litoral en superficie, o los mismos Baños del Carmen, y otra vía de alta velocidad, muy ágil y rápida que es útil para colocar un mamotreto de 130 metros de altura en mitad de la bahía con un tremendo impacto visual, varios rascacielos en lo que debería ser un bosque urbano, o expulsar de su residencia a vecinos de lo que queda del Barrio de El Perchel. Para todo esto, como las ideas que subyacen están muy claritas, no hace falta ni concurso ni jurado que dictamine. Mente abierta…
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