Coronavirus en Málaga

Mascarillas: homologadas, bien puestas y manipuladas con corrección

  • Deben tapar boca y nariz y ponerse de forma adecuada para que siempre estén estériles por dentro

Reparto de mascarillas.

Reparto de mascarillas. / Javier Albiñana

Usar una mascarilla mala, ponérsela mal o manipularla de manera incorrecta es prácticamente lo mismo que ir sin protección; da sensación de protección, pero en realidad no está cumpliendo su función. El vicepresidente de Cultura del Colegio de Médicos de Málaga, pediatra y experto en vacunas Pedro Navarro explica una serie de aspectos a tener en cuenta para que realmente este elemento de protección cumpla su función.

Primero: lavado de manos

El lavado de manos es imprescindible. De nada sirve usar mascarilla, si no se cumple este ritual de higiene con frecuencia ya que la infección puede llegar también a través de las manos si éstas se contaminan y luego nos tocamos o tocamos a otros.

Segundo: homologada

No cualquier mascarilla vale. En estos días de vuelta parcial al trabajo, las administraciones están repartiendo este material de protección de forma gratuita. Pero para quien las compre en algún establecimiento, el consejo es que debe asegurarse que sean homologadas y tengan el sello de la Comunidad Europea. “Que no traspasen, porque de lo contrario crees que estás protegido, pero en realidad no lo estás”, aclara el pediatra. En resumen, pueden dar una “falsa sensación de seguridad”.

La mascarilla tiene función de barrera en dos direcciones. “Para la persona sana, que nadie la contagie y, si está infectada, pero asintomática, que no contagie a los demás”, explica el doctor Navarro. La población en general no necesita utilizar las mascarillas de máxima protección que usan los profesionales de las UCI (FFP3). Las quirúrgicas bastan. “Con la psicosis de la protección, la gente recurre a cualquier cosa. Pero es importante que sean homologadas porque una imitación no protege”, insiste el facultativo.

Tercero: bien colocada

Debe estar bien colocada, tapando la boca y la nariz. Hay personas que se la colocan a la altura del labio superior, dejando las fosas nasales descubiertas. El virus puede entrar por la nariz. De hecho, el doctor Navarro recuerda que el test para la prueba del coronavirus (PCR) incluye la toma de muestras en boca y fosas nasales.

Cuarto: bien manipulada

La mascarilla debe manipularse bien al ponerla y quitarla para que la cara interna, la que queda pegada a la nariz y la boca no se contamine. “No se puede sacar y poner de cualquier manera. Se debe quitar desde la gomilla porque si se toca por dentro, se contamina y luego, como esta es la parte que está en contacto con la nariz y la boca, no cumpliría su función”. En resumen, la cara interna de la mascarilla siempre tiene que seguir siendo estéril.

Lo ideal es que cada vez que se salga a la calle se utilice una nueva. Pero si eso no es posible, que es lo más probable dada su escasez, el doctor Navarro aclara que tampoco es absolutamente imprescindible, pero siempre que la persona se asegure que la parte interna, la que está en contacto con la nariz y la boca, sigue estando estéril : “Las personas en general -los no sanitarios- no deben cambiar de mascarilla de forma continua, a no ser que estuviesen contaminadas”.

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