Málaga

El crisol artístico de la resurrección

  • Se cumplen cincuenta años de la muerte del escultor José Capuz El hieratismo egipcio converge con ciertos matices manieristas y cubistas en la talla, que se procesiona en Málaga desde el año 1946

En este año se cumple un doble aniversario en torno a la biografía del escultor José Capuz. Por un lado se celebran 130 años de su nacimiento en Valencia y en esta semana, el pasado día 9, se cumplían cincuenta años de su fallecimiento en Madrid. Formado en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, en Valencia, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid y en el taller del Padre Félix Granda, también estuvo becado en Roma desde donde amplió su formación en otras ciudades europeas como Florencia, Nápoles o París.

Ya de nuevo en España, la mayor parte de su producción artística estuvo destinada a la Semana Santa de la ciudad murciana de Cartagena, concretamente a la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, conocida popularmente como Los Marrajos, pero también realizó algunos trabajos para otras ciudades como es el caso de la imagen del Santísimo Cristo Resucitado, titular cristífero de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga y que procesiona desde 1946. De la mano del doctor en Historia y profesor de Historia del Arte de la Universidad de Málaga, Juan Antonio Sánchez López, se analiza esta talla que rompe con la imaginería barroca y neobarroca predominante en la Semana Santa andaluza en general y en la malagueña en particular.

Para Sánchez López, el autor levantino "es uno de las grandes nombres propios de la escultura moderna. La imaginería no era su campo de trabajo habitual y sus trabajos en este género artístico fueron muy puntuales. La talla del Resucitado es para Capuz un intento de relacionar la escultura policromada con los movimientos contemporáneos de una manera muy personal"

En sí mismo, esta obra bebe de numerosos movimientos artísticos rodeados de un amplio simbolismo iconográfico. A través de su gubia Capuz "conjuga el hieratismo egipcio, la configuración simulando las facetas de la pintura cubista en las telas que recubren el cuerpo, la composición en espiral sugerida del manierismo y simplificación formal propia de la escultura moderna".

El torso del Cristo se trata de un desnudo clásico ya que recrea una musculatura en reposo cubierta por una policromía acorde con el misterio que representa. El color de la piel es el intento de representar un cuerpo glorificado. "Es el tema más difícil de representar porque simboliza un cuerpo glorioso y no carnal". La impronta que se presenta tiene cierto carácter "espectral" ya que el cuerpo que vuelve a la vida no es el mismo que murió.

El sudario se interpreta como una tela tosca exteriormente y dorada internamente. Está dorada porque es la parte que ha estado en contacto con el cuerpo de Cristo, matiz que hace referencia a la santidad. El propio ropaje de la imagen "hace como un afecto de crisálida ya que simula la cápsula que rompe en mariposa. Se rompe y sale el cuerpo glorificado". Es más, la escena conforma una secuencia intermedia en su elevación mientras se va despojando de sus vestiduras. Por su parte, la presencia del oro la recoge el autor de la pintura medieval, ya que se consideraba un símbolo de santidad. Otros detalles de este aspecto se pueden encontrar en el pelo del Señor ya que algunos mechones son dorados.

La paloma que sitúa Capuz a los pies del Señor, como símbolo de glorificación, la utiliza también en otras obras de su creación con en el Descendimiento de la ciudad de Cartagena, fechado en el año 1930, donde la sitúa posada en el INRI de la cruz.

Cobra vital protagonismo la cruz que el Señor porta en su mano izquierda y que apoya en su costado. "Ahora, la cruz es considerada como un lávaro, es decir como un cetro. Es una concepción sobre ella que hace que deje de considerarse como un instrumento de tortura para pasar a ser un atributo de realeza". La cinta que la rodea insinúa la propia composición elíptica de la figura del Señor Resucitado. En cuanto al aire que inspira la figura, el contrapunto al hieratismo se lo aportan el movimiento creado mediante la composición de la figura y la postura de la talla .

La advocación de Jesús Resucitado es titular de la Agrupación de Cofradías desde 1921. La imagen actual, se restauró en 2007 por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico y vino a sustituir a la imagen del Resucitado del convento de las Bernardas.

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