Málaga

Otra empleada del SAS dice estar fuera de la bolsa por un fallo informático

  • Es una celadora del Materno que afirma no haber tenido respuesta a sus alegaciones

María Ángeles Román.

María Ángeles Román. / M. H.

Pocos días después de que la Administración sanitaria confirmara la inclusión en la bolsa del Servicio Andaluz de Salud (SAS) de una auxiliar de enfermería que había quedado fuera supuestamente por un fallo informático, otra trabajadora sale a la luz para denunciar que también está excluida y –según ella– por el mismo motivo: un error del sistema.

María Ángeles Román es celadora del Materno y con 29 puntos ya va encadenando un contrato con otro. “En el SAS me dicen que me he borrado; me echan la culpa a mí. Pero si yo como de esto, ¿cómo me voy a quitar de disponibilidad?”, argumenta.

Ella asegura que su caso es calcado al de la auxiliar de enfermería del Hospital del Guadalhorce que ya ha quedado solucionado. “Tengo 29 puntos, una buena puntuación. Ya mis contratos son continuos. Me ha costado mucho llegar hasta aquí. Pero ahora, si no corrigen el error, voy a perder un año de trabajo”, sostiene.

Esta celadora del Materno estaba en la bolsa del 2017. Fue al tratar de incluir sus datos para el corte de 2018 cuando quedó excluida. Lo que relata es “lo mismo” que le ocurrió a la otra empleada.

Ante la consulta de Málaga Hoy, la Delegación de Salud recordó que desde hace una década, la gestión de la bolsa está centralizada en Sevilla y ya no es su competencia. Una portavoz de esta institución aclaró además que ante cualquier incidencia, los afectados deben ponerse en contacto con los responsables de la bolsa en la capital hispalense.

Trabajadores dicen que la gestión centralizada de la bolsa complica la solución de incidencias

Mientras desde la Administración se apunta que muchas veces los trabajadores son los que cometen los fallos al intentar registrar sus datos, los empleados del SAS critican que desde que la bolsa está centralizada, solucionar cualquier incidencia es “casi imposible”.

Según la celadora, presentó alegaciones a través del sindicato CSIF el 24 de junio. En el escrito, solicita que la pongan como “disponible”, reconoce que no sabe cómo se ha producido el “error” por el que ha sido excluida y explica que sufre “gran ansiedad” porque lleva invertidos “muchos años para conseguir este trabajo” y ahora puede perder su empleo que es su “única fuente” de ingresos y “mi futuro profesional”. De momento, no ha obtenido respuesta del SAS.

La trabajadora tiene un contrato en vigor hasta el 30 de septiembre y una antigüedad en la categoría desde el 16 de diciembre de 2009. Su desesperación por mantener el empleo la ha llevado también a acudir al Defensor del Pueblo andaluz, que estudia su caso. Su marido tiene trabajo, pero ella dice que quiere tener su propio empleo, aportar dinero a casa y no perder una posición en la bolsa que le ha costado mucho alcanzar.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios