soltando grillos

Los errores del PP con De la Torre y sus circunstancias

  • Como si se tratase de una boda en la que el cura antes de casar a los novios pregunta si alguien entre el público tiene algo que decir, la mujer del alcalde de Málaga, Rosa Francia, ha levantado la mano

Los errores del PP con De la Torre y sus circunstancias

Los errores del PP con De la Torre y sus circunstancias / rosell

Como si se tratase de una boda en la que el cura antes de casar a los novios pregunta si hay alguien entre el público que tiene algo que decir, la mujer del alcalde de Málaga, Rosa Francia, ha levantado la mano para exponer lo que ella piensa sobre si Francisco de la Torre debe o no presentarse de nuevo a la reelección. La designación del candidato del PP a la Alcaldía más importante que gobierna actualmente en España ha abandonado el terreno de la política para adentrarse en el de la mesa camilla y en eso hemos estado esta semana. En los partidos políticos, los candidatos se nombran directamente a dedo o se dirimen por primarias, pero se nos olvida que al final es una decisión personal que depende de cada uno y de sus circunstancias. Con 75 años de edad y 18 años de alcalde, De la Torre tiene un serio problema de circunstancias.

No es muy normal que un debate familiar se haga público en los medios de comunicación. Y menos aún con tal contundencia: "Paco debe decidirse ya y decir que no repetirá como candidato", le ha espetado Rosa Francia a su marido, el alcalde de Málaga. Con todo, lo más interesante no es lo que, con toda franqueza, ha expresado públicamente la mujer del alcalde de Málaga sobre lo que desea para el futuro de él y de su familia. Lo que realmente tiene importancia es lo que piensa sobre cómo ha gestionado el PP, la formación política donde milita su marido, el melón de la sucesión. Lo que ha dicho Rosa Francia es lo que De la Torre ha insinuado en muchas ocasiones sin terminar de decirlo. Ni le gustó que, al poco de ganar las últimas elecciones municipales, el PP hiciera público que le había ofrecido irse al Congreso de los Diputados encabezando las listas por esta provincia, ni que salieran otros ofrecimientos de posibles cargos que posibilitaran su relevo, ya que las propuestas llevaban implícito el deseo de que se marchara.

El debate sobre la sucesión del alcalde de Málaga no es de esta legislatura. Es de la anterior. O mejor dicho, sobre el relevo de Paco de la Torre y sus posibles delfines se lleva hablando desde el segundo día que pisó el despacho y ha sido una constante en los últimos cinco años. El proceso está siendo tan largo que han desaparecido de su entorno la mitad de los delfines que se le atribuyeron y hay muchos que piensan que todavía se quedarán algunos más en el camino. En una de las ocasiones que volvió a abrirse el debate sucesorio, un histórico dirigente del equipo contrario, del PSOE, me envió un mensaje que decía: "El PP está cometiendo un error que en política viene en la tapa del libro. A un alcalde no se le puede relevar sin contar con él, sin que participe en la designación de su sucesor, o sin, al menos, hacerle creer que nombra al sucesor".

El PP en Málaga decidió que Bendodo tenía que ser el sucesor de De la Torre antes que De la Torre quisiera tener sucesor. Cometieron un error de bulto, porque esa iniciativa daba por hecho dos cosas que no estaban cerradas. La primera, que De la Torre no quisiera repetir en el cargo, algo que está todavía por ver. La segunda, que, llegado el momento, considerara que Bendodo era su candidato a sustituirle. De la Torre lleva 18 años al frente de la Alcaldía de la ciudad y ha dicho, reiteradas veces, que quiere que su proyecto tenga continuidad. Y, a su juicio, sólo hay dos formas de darle continuidad: con él al frente de nuevo, o con alguien que le garantice que salen adelante los proyectos pendientes como él los ha ideado.

Aunque respetuoso con su partido, ni Juanma Moreno Bonilla ni Bendodo tienen ascendencia alguna sobre su toma de decisiones. Menos aún sobre una tan importante como la de repetir o no en la Alcaldía. Ellos se plantearon un horizonte que partía de una premisa errónea, que De la Torre se iba a ir sin terminar la legislatura para que Bendodo se asentara en el sillón algo más de un año y concurriera a las elecciones desde el despacho de la Alcaldía. Y eso no estuvo nunca en la mente de De la Torre, que no sólo insistía en que no se iba antes de acabar el mandato sino que seguía mareando la perdiz sobre su continuidad con un "no" pero igual "sí" día tras otro. El PP en Málaga, al borde de un ataque de nervios, decidió el pasado fin de semana poner fin al culebrón con una iniciativa que creía definitiva: pedirle al alcalde que repita y zanjar así el debate. Y volvió a incurrir en otro error: lo hizo público, antes de contárselo al propio interesado.

Está por ver lo que decidirá el actual alcalde, pero en el PP de Málaga no las tienen todas consigo. De Moreno Bonilla se filtró que en una reunión interna en Sevilla habló con preocupación sobre el riesgo de perder la Alcaldía de Málaga. Las encuestas advierten de un partido en caída libre frente a otro, Ciudadanos, en ascenso. Es difícil prever si esta tendencia llegará hasta 2019 e incluirá también la capital malagueña, pero de algo están convencido en el PP malagueño. Si las encuestas son malas, diga lo que diga ahora De la Torre sobre su continuidad, no se presentará a unas elecciones para perderlas. Y entonces, el marrón se lo tendrá que comer el delfín. Sobre las tribulaciones de De la Torre y sus idas y venidas sobre la continuidad o no, hasta llevar al PP a un ataque de nervios, se puede escribir otro artículo interesante. Y ese también acumularía un buen número de errores. Muchos atribuibles al actual alcalde.

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