Los hermanos de sangre malagueños

Vepama lleva más de 25 años reuniendo a veteranos paracaidistas que encuentran en la asociación un punto de encuentro en el que hacer gala de sus memorias

Los hermanos de sangre malagueños
Los hermanos de sangre malagueños
Victoria R. Bayona Málaga

15 de septiembre 2013 - 01:00

"Nos une el salto desde un avión en el que no sabes lo que te va a pasar, eso crea un vínculo con el compañero y con todo el que haya compartido la experiencia". "Es tu hermano más que de sangre, saltar produce esa sensación de unión difícil de explicar". Estas dos frases son un fiel reflejo del sentimiento de los veteranos de la Brigada Paracaidista, que en su juventud se presentaron voluntarios para caer desde miles de pies de altura sujetos a sus paracaídas y ahora, con el paso de los años, miran hacia el pasado recordando el espíritu y la unión que tenían y que aún conservan. La mili era obligatoria para todos pero la elección de formarse como paracaidista era totalmente voluntaria e iba acompañada de un periodo más largo de formación que en lugar de durar unos nueve o diez meses, como era habitual en el servicio militar, se alargaba hasta los dos años de preparación. Por tanto, es pura vocación lo que movió en su día a estos veteranos. En la capital su memoria la representa la Asociación de Veteranos Paracaidistas de Málaga (Vepama), que desde hace más de 25 años es un punto de encuentro para quien está dispuesto a recordar.

En un modesto local ubicado en el barrio de la Princesa los socios de Vepama se reúnen cada tarde, aunque los viernes es cuando la afluencia es mayor -ellos mismos definen esta cita semanal como "la merienda institucionaliza"-, por lo que ése es el día de las batallitas, la jornada para hacer gala de sus memorias. Un simple vistazo a la sede de la asociación da cuenta de los recuerdos que esconden estos antiguos paracaidistas, la historia que encierran en esas cuatros paredes: Fotografías de cuando pertenecían a la Brigada Paracaidista, algunas de ellas incluso en el campo de batalla; insignias, premios y condecoraciones, y lo que no podía faltar, los paracaídas, su sello. De la historia da cuenta también una recopilación de uniformes de todas las unidades que tienen paracaidistas. La Legión, el Ejército de tierra, la patrulla de salto del Ejército del aire... están representados en la exposición en la que la guinda la pone el uniforme utilizado en el Líbano por un teniente coronel y que después lo cedió a Vepama. Tampoco falta en la muestra el atuendo que los veteranos malagueños lucen en sus desfiles y que acompañan con una boina.

El inicio de la asociación se remonta al año 1985. Fue a raíz de un encuentro de veteranos, cuando Segundo Nieto, junto con otros ex paracaidistas malagueños emprendieron la tarea de fundar lo que hoy es Vepama. Eran 22 los veteranos que se empeñaron en tener en la ciudad un lugar de encuentro y de reencuentro de compañeros. Y lo consiguieron, porque más de 25 años después, ese rincón se mantiene. De aquel primer plantel ya sólo quedan tres veteranos, recuerda Nieto, pero la esencia de aquella fundación se mantiene mientras se produce un relevo generacional natural.

Los reencuentros con antiguos compañeros son siempre motivo de alegría. Con la simple pregunta: "¿de qué curso eres tú?" los veteranos paracaidistas esperan una respuesta que concuerde con su promoción para empezar a recordar las anécdotas de aquellos años. Por la calle, localizar cualquiera de los logos de los paracaidistas los lleva de nuevo a entablar una conversación; no importa la edad ni el curso al que pertenecieran, lo que importa es haber pertenecido a la Brigada Paracaidista.

Sus desfiles, también voluntarios, se suceden en varias de las procesiones que recorren las calles de la ciudad durante el año. Los últimos, acompañando a la Virgen de la Victoria, el pasado 8 de septiembre, y a los patronos de Málaga Santa Paula y San Ciriaco en el mes de junio. Aunque su día grande está en cada Martes Santo cuando reciben en la sede a los jefes oficiales de la Brigada, antes del desfile procesional en el que todos acompañan a las Fusionadas.

La unión y el compromiso que proclaman con todo aquel que en algún momento haya pertenecido a la Brigada Paracaidista trascienden también a internet, donde las redes sociales se convierten en una extensión de la asociación, en la que se elimina cualquier frontera. Un vistazo a la cuenta de Facebook Yo estuve en la Bripac da cuenta de los sentimientos que despierta el haber compartido la sensación de tirarse desde un avión, haya sido en pleno combate o como parte del entrenamiento para convertirse en paracaidista del Ejército. "Todo el que entra es tratado como si fuera un hermano y la prueba es que cuando alguien necesita ayuda, la respuesta es inmediata; todos nos volcamos", resumen.

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