La plaza interminable
La transformación de Camas se alarga desde hace más de dos años, cuando iba a estar culminada en seis meses

De oportunidad urbana a proyecto marcado a fuego por los desajustes en el proyecto, el incremento de los costes de construcción y la dilación en los plazos de terminación. Esta es la secuencia que vive desde hace ya dos años y medio la ejecución de la Plaza de Camas, iniciativa con la que la Gerencia de Urbanismo buscaba adecentar una huella de suelo de 5.200 metros cuadrados, mayor que la vecina Plaza de la Constitución. La polémica, que cubre la iniciativa casi desde su arranque, se agranda a la par que los meses que se están necesitando para la culminación del espacio. Si bien el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, incide en que resta poco para que culmine, con nuevas plantaciones y la ampliación del parque de juegos infantil, los calendarios constatan la lentitud con la que se acomete la actuación. Una intervención que iba a necesitar de seis meses supera ya los 31.
Este es el lapso de tiempo que se extiende desde la adjudicación del proyecto a Cospel a principios de marzo de 2013 y el momento presente. Otro tanto ocurre con el presupuesto, que de los 820.000 euros contemplados pasará a 1.137.000 euros una vez concluyan las dos fases en las que, forzadamente, tuvo que ser desarrollada la obras.
Los cambios introducidos sobre la marcha por los responsables de Urbanismo en el diseño original provocaron el acuerdo para la realización de mejoras en una actuación criticada por vecinos, comerciantes, arquitectos y partidos políticos. Estas modificaciones fueron valoradas en 317.000 euros.
Las mismas fueron de nuevo contratadas a Cospel en diciembre de 2014. No obstante, en la idea de no afectar a la Semana Santa, se planteó su inicio a principios de mayo. El plazo marcado era de dos meses. Ocho meses después de la fecha prevista para el arranque la intervención sigue sin estar finalizada. El edil del PP aludió, entra otras razones, a la necesidad de la empresa de acudir a fuera de la provincia para contar con parte de los materiales necesarios. Los operarios de la firma trabajan en la terminación de las dos pérgolas instaladas en los laterales este y oeste, al objeto de garantizar una zona de estancia para los vecinos, al tiempo que ya han sido plantados árboles de buen portte en los maceteros transformados. La situación de Camas se puso ayer nuevamente sobre la mesa después de que Málaga para la Gente propusiese la reprobación de Pomares por "el nefasto resultado" de las obras, así como por "la falta de previsión y la improvisación, con continuas modificaciones y remodelaciones sobre lo ya ejecutado y el derroche que suponen los sobrecostes, así como la pérdida de fondos europeos". La formación lleva una moción al próximo Pleno, en la que también pide que se informe del dinero que costará la obra.
El portavoz del grupo, Eduardo Zorrilla, recordó que los problemas surgidos provocaron la pérdida de unos 656.000 euros de los fondos europeos para esta iniciativa, dinero que el Ejecutivo local se vio obligado a destinar a otra actuación en el casco antiguo. Asimismo, criticó que para garantizar el paso de cofradías sea necesario modificar la ubicación del parque infantil y pueda ser previso recortar una de las pérgolas. Pomares defendió la actuación, en la que "se va de la mano de vecinos y cofradías". "No hay ninguna remodelación diferente a la prevista, sino que aún no hemos terminado y seguimos actuando", precisó.
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