La última noche del año acabó en la prisión de Alhaurín de la Torre con un nuevo episodio violento protagonizado supuestamente por un interno que está encarcelado por un presunto delito de abusos sexuales. El preso, que tiene 19 años, le propinó un puñetazo en la sien derecha al funcionario que le había recriminado que se hiciera encima sus necesidades fisiológicas y que, después, extendiera las heces por las paredes, según ha denunciado la Asociación Tu Abandono Me Puede Matar. 

Los hechos ocurrieron en el módulo 2 de la cárcel malagueña. Un trabajador llamó la atención a uno de los reos tras percatarse de que estaba restregando restos de heces en las paredes. Ya había sido advertido por la mañana, cuando al parecer mantuvo la misma actitud. 

Según la asociación, fue una vez que el funcionario entró para recriminarle los hechos cuando el interno se revolvió y le dio un puñetazo en el rostro. Continuó, supuestamente, agrediéndole, mientras el empleado público trataba de defenderse. Le provocó también un corte en una oreja y una herida en el tobillo izquierdo. 

El trabajador tuvo que recibir asistencia sanitaria en Enfermería y abandonó su puesto de trabajo. El colectivo de Tu Abandono Me Puede Matar tiene previsto solicitar el traslado inmediato del presunto autor, que cumple prisión preventiva, a otro centro penitenciario.

"Fue una situación muy violenta. Los últimos días de las Navidades siempre son muy complejos", denuncian desde la asociación, que exige a Instituciones Penitenciarias "una retribución adecuada al riesgo y a la labor" que asumen. Recuerda también la importancia de que a los funcionarios de prisiones se les reconozca su condición de agentes de la autoridad.

Es la segunda agresión denunciada en estas semanas. En el caso anterior, un interno se abalanzó, presuntamente, sobre varios funcionarios, propinando empujones y puñetazos. Después, los amenazó de muerte, según relataron entonces desde Tu Abandono Me Puede Matar. Los trabajadores penitenciarios, al parecer, habían observado cómo lanzó un cubo contra las cámaras de seguridad del módulo de Enfermería.

El incidente se produjo pasadas las 12:30, cuando los funcionarios que prestaban servicio recriminaron al reo su actitud y le pidieron que los acompañara.  Según el colectivo de trabajadores, el recluso, lejos de obedecer y en un estado "visiblemente alterado", cuestionó que si acaso pretendían "tener problemas" con él. 

Los responsables insistieron y fue entonces cuando, supuestamente,  el preso comenzó a empujarlos y a propinar puñetazos, al tiempo que los amenazaba de muerte. Así, tuvo que ser inmovilizado y trasladado a una de las salas de observación.