Málaga

Sanitarios advierten de los riesgos para la salud de despreciar la medicina tradicional

  • Médicos y enfermeros defienden las prácticas basadas en la evidencia científica

  • Alertan que nunca se debe dejar en segundo plano la seguridad del paciente

Una enfermera vacuna a una niña.

Una enfermera vacuna a una niña.

Un niño de seis años que no estaba vacunado murió de difteria en 2015 en Cataluña, una mujer que se sometió a tratamientos naturistas acabó en la UCI del Reina Sofía de Córdoba a principios de este otoño por una perforación de un ventrículo y esta misma semana ha muerto un bebé en Vigo después de que sus padres optaran porque el parto fuera en casa. España no es ajena a un movimiento hacia medicinas alternativas y naturistas que gana adeptos, sobre todo en algunos países europeos. El asunto puede generar controversia, pero los sanitarios advierten de los riesgos para la salud de despreciar la medicina tradicional.

El jefe de Oncología de los hospitales Regional y Clínico, Emilio Alba, recuerda que desde finales del siglo XIX a la actualidad, la esperanza de vida se ha triplicado gracias en gran parte a las vacunas y a los avances de la medicina tradicional. El facultativo recuerda un estudio del Colegio de Médicos de Estados Unidos que concluyó que los pacientes con cáncer que recurren a la medicina alternativa se mueren más. “Hay situaciones desesperadas en la que alguna gente vende esperanzas, pero la esperanza está en la medicina tradicional y con evidencia científica”, argumenta.

Hay pacientes con cáncer que toman suplementos nutricionales de herboristería. “La mayoría son inocuos. Afortunadamente no hacen ni bien ni mal. No hacen nada. Pero las personas se gastan mucho dinero en ellos”, relata. Para Alba es “paradójico” el “descreimiento” que cala en algunas personas sobre la medicina tradicional cuando ésta ha multiplicado por tres la esperanza de vida en poco más de un siglo. Por eso rechaza los movimientos antivacuna o los partos en casa. “Hay un descreimiento del método por apatía intelectual. Me resulta incomprensible, es un asalto a la razón. Son los delirios de la abundancia. Nadie que venga de la pobreza, por ejemplo, critica las vacunas”, esgrime Alba.

El Colegio de Médicos sostiene que como garante del ejercicio profesional de la medicina “rechaza toda práctica que se aleje del rigor y de la evidencia científica”. En este sentido, la institución colegial señala que “no vacunar a los niños supone un riesgo de salud pública” y aclara que rechazar “de forma rotunda la sustitución de medicamentos por otros sin pruebas de su eficacia”. Desde el Colegio se insiste en que, “ante cualquier duda, consulta a tu médico”.

El jefe de Pediatría del Hospital Quirónsalud Málaga y uno de los 100 mejores facultativos de España según la revista Forbes, Manuel Baca, recuerda que la potabilización de las aguas y las vacunas son las medidas que más muertes han evitado en el último siglo. “Todos los niños tienen que estar vacunados, en beneficio del niño y de la sociedad”, sostiene. Explica que la inmunización no sólo protege al menor sino a todo el colectivo porque con una alta cobertura vacunal los virus casi no pueden circular.

La cobertura vacunal supera el 90%, pero los pediatras advierten que no se puede bajar la guardia

En España la inmunización supera el 90%, pero Baca insiste en que no se puede bajar la guardia porque con una menor vacunación subirían de inmediato las patologías. “La cobertura vacunal, si no se cuida, luego vendrán los problemas”, sostuvo. El pediatra destaca que algunas vacunas como la de la hepatitis B o la del papiloma no sólo protegen frente a una infección sino también ante la posibilidad de desarrollar un cáncer. “Por lo tanto, es un doble avance”, recalcó. “Las vacunas es un derecho a la salud colectiva. Rechazarlas es como decir no quiero agua correctamente tratada”, añadió.

El presidente del Colegio de Enfermería, Juan Antonio Astorga, opinó: “Me preocupa que se venda lo natural. Lo natural debe ser seguro. En el momento que no es seguro, pone en riesgo la vida. La seguridad del paciente no se puede descuidar en ningún momento”. Y a continuación ironizó: “Ya mismo habrá un yogur que quitará el cáncer...” Por eso insistió en que hay que guiarse por la evidencia científica. Y manifestó que el movimiento antivacunas es “una temeridad” porque “las vacunas han demostrado que evitan enfermedades con un margen de seguridad muy alto”

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