Los sanchistas decidieron anoche que seguirán adelante en su intento por hacerse con el control del PSOE en Málaga en las primarias de este otoño, aunque intentarán buscar la unidad con el otro sector crítico del partido, el que aglutina ahora la alcaldesa de Benaoján, Soraya García.

La decisión se tomó horas después de que la dirección federal socialista de Pedro Sánchez frenara en seco el intento de su máximo representante en Málaga, Ignacio López, de hacer pública su candidatura, ante los riesgos que presenta esta operación. Miembros de este sector se reunieron anoche en la capital para superar sus diferencias. El acuerdo fue seguir adelante, al menos de momento.

Ferraz sigue sin decidirse por ninguna de las dos corrientes, los que apuestan por un candidato propio, aunque sea el tercero en liza, y los que prefieren no dividir fuerzas y sumarse a la candidata Soraya García, entre cuyos apoyos figura el alcalde de Cártama, Jorge Gallardo. Ayer este último seguía abogando por "empezar a trabajar por unir el partido de verdad".

Ignacio López había convocado a sus seguidores a un acto de presentación de la candidatura a las 12 de la mañana en el Palmeral de las Sorpresas, un encuentro que no llegó a realizarse por "problemas personales" del aspirante. Horas después, desde sus partidarios se mantenía que la candidatura seguía adelante, aunque "sin fecha" de presentación.

A media mañana, un miembro de este sector mandaba un enigmático tuit al secretario general del partido, Pedro Sánchez, que fue borrado de inmediato. "Pedro, te estás equivocando con Málaga, la verdad no la tiene Cártama, desconfía de él", en alusión al alcalde de este municipio. En este mensaje se recogen las dos posiciones; los que están convencidos de poder ganar con una candidatura unitaria y quienes apuestan por López, miembro de la ejecutiva de Pedro Sánchez.

En el sector son conscientes de que si las primarias se dilucidan entre los tres aspirantes –a los dos anteriores se suma el oficialista José Luis Ruiz Espejo– su mayor dificultad será recoger los 1.300 avales necesarios para poder presentarse. Una cifra similar fue la que reunieron los partidarios de Pedro Sánchez en las primarias de mayo pasado. También están convencidos del alto coste político que supondría perder un proceso de consulta interna con un miembro de la ejecutiva federal.