Málaga

El sector turístico perderá más del 60% de su facturación sin la Feria de Málaga

  • El Ayuntamiento invierte anualmente 2,5 millones en los servicios operativos de las fiestas, lo que en este 2020 se traducirá en miles de contratos menos

  • La salud es la que manda y la lógica para evitar más contagios

Una de las calles del recinto ferial vacía y vallada.

Una de las calles del recinto ferial vacía y vallada. / Álvaro Cabrera (Málaga)

No se alumbró anoche el cielo malagueño con los fuegos artificiales ni hoy, festivo nacional, se espera el primer lleno de la Feria de Málaga. La pandemia ha hecho imposible la celebración de la cita anual que anima a la alegría colectiva, al encuentro de locales, a la llegada de viajeros y al consumo. Y esta suspensión, sumada a la intranquilidad general por el aumento de contagios, está siendo devastadora para los sectores que tienen vinculación directa con las fiestas de agosto.

Los feriantes y los comercios de moda flamenca, están a cero en un año sin eventos masivos programados. Los restaurantes prevén facturar un 60% menos que en condiciones normales y la ocupación hotelera no llega el 30% en el centro de la ciudad cuando en la pasada Feria superaron el 95%.

En ediciones anteriores se ha cifrado el impacto económico de la Feria de Málaga en más de 60 millones de euros. Este año, estos se sumarán a la ristra de pérdidas que llevan acumuladas las empresas desde el pasado mes de marzo. Además, el Ayuntamiento invierte anualmente 2,5 millones de euros en los servicios operativos de la Feria. El no tenerla supondrá miles de contratos menos.

“Este año no se va a generar ese empleo, miles de personas tienen trabajos asociados a la Feria, al montaje y desmontaje del Cortijo de Torres, al servicio en las casetas, a la restauración, a la seguridad y la limpieza...”, explica Teresa Porras, concejala de fiestas y destaca el agujero que supone, sobre todo, para los feriantes.

“Está claro que las recomendaciones sanitarias son las que mandan en todo el mundo, da mucha pena quedarse sin Feria, pero la salud está por encima de todo”, subraya Porras. Pero eso no quita “la pérdida de los puestos de trabajo y de los importantes ingresos que generan en la ciudad una feria como la de Málaga”, apunta la concejala.

El único acto que se celebra es la misa y la ofrenda florar a la Virgen de la Victoria este sábado

A esto se le une que fallará también esa “convivencia que hay en esta semana, la acogida a la gente que viene de fuera, la alegría de pasar un día de feria”. De las actividades previstas, Porras destaca que tan sólo se mantiene la ofrenda floral y la misa dedicada a la Virgen de la Victoria este sábado a las 12:00 en el santuario.

Los restaurantes están al 40% de su facturación habitual

Aunque desde que comenzó la desescalada se puede acudir a los restaurantes, para el colectivo está siendo un verano más que difícil. Más aún sin feria. “Si el mes de julio estábamos trabajando a un 35% este mes de agosto prevemos que va a ser muy similar, como mucho tendremos un 40% de facturación con respecto al año pasado, por lo que estimamos una caída de un 60%”, explica Javier Frutos, presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga (Mahos).

Un operario riega las plantas junto a una caseta vacía. Un operario riega las plantas junto a una caseta vacía.

Un operario riega las plantas junto a una caseta vacía. / Álvaro Cabrera (Málaga)

“Las principales fiestas que tenemos en el año, Semana Santa, Feria y Navidad son importantísimas para sacar adelante el año y ya lo damos por perdido”, agrega Frutos. Y destaca que “agosto puede ser de los meses principales para los negocios del centro, sobre todo por la Feria y eso no lo vamos a vivir”. Eso supondrán, según la entidad, que el 90% de los establecimientos trabajen simplemente para la supervivencia sin obtener beneficios.

"Las fiestas son muy importantes para sacar adelante el año, que ya lo damos por perdido"

Todo esto se traduce en pérdida de empleo. “Tenemos un 20% menos de la plantilla habitual cuando en estas fechas siempre incrementábamos las cifras, supone que mucho empleo no se va a crear con lo que conlleva de pérdida de riqueza en la ciudad que se suma a la que ya llevamos desde que se declaró la pandemia”, indica el presidente de la Asociación de Hosteleros de Málaga.

Frutos destaca que “hay restaurantes que ya han cerrado y otros que no han abierto y se lo están pensando”, por eso es clave para el sector “la flexibilización de los ERTES, no sería lógico no poderlos tener en temporada baja y supondría la desaparición de empresas”. Para el presidente de Mahos está claro que lo que debe primar es la seguridad sanitaria y que en eso “tenemos que ser todos responsables y poner nuestro grano de arena para conseguirlo porque muchas familias dependen de que la pandemia acabe cuanto antes”.

Una ocupación hotelera que no llega al tercio de sus camas

Otro termómetro del éxito de la Feria de Málaga es la ocupación hotelera. Si en 2019 se superó el 95% durante los diez días que duraron las fiestas, este año en el centro de la ciudad “tenemos ocupaciones de un 20 a un 30%”, asegura Luis Callejón, presidente de la Asociación de Empresarios Hosteleros de la Costa del Sol (Aehcos). Además, señala que la rentabilidad por habitaciones ocupadas era el pasado verano un 50% superior a la de hoy.

“Desde el sector lo llevamos diciendo desde marzo, este año está muerto, no vamos a sacar ni para pagar la luz, ni para pagar el empleo o los gastos asumidos, no va a haber rentabilidad ninguna, cuando se acaben las moratorias vamos a tener muchos problemas”, detalla Callejón.

"La Feria suponía un 20% de los ingresos anuales, nos queda mucha tragedia por delante"

La semana de Feria supone para el sector hotelero un 20% de los ingresos anuales. “Esto supone que perdemos mucho, a lo que hay que sumar el 15% de la Semana Santa, nos queda mucha tragedia por delante”, sostiene Callejón. Y destaca que “el sector necesita dos años de ayuda directa, no préstamos ni moratorias, sino una inyección directa como recibió la banca con la crisis financiera, eso si no queremos dejar morir a los hoteles y empresas sector turísticos”.

La jábega, que durante las fiestas se convierte en una fuente, ante una calle desierta. La jábega, que durante las fiestas se convierte en una fuente, ante una calle desierta.

La jábega, que durante las fiestas se convierte en una fuente, ante una calle desierta. / Álvaro Cabrera (Málaga)

Para el presidente de Aehcos los ERTES del sector han de ser flexibles hasta el 31 de diciembre de 2021 y poder regular la contratación según la demanda. “Generamos un empleo proporcional al número de pernoctaciones, en la provincia, en temporada alta, solemos llegar a los 22.000 trabajadores directos”, apunta Callejón. Ahora, esa cifra se ha visto reducida a la mitad.

En cuanto a la actividad, indica que aún hay un 25% de hoteles que no ha abierto. “En la capital han abierto casi todos pero con ocupaciones de risa”, destaca. “Y el año que viene vamos a seguir hablando de lo mismo mientras que haya terror en las calles, el terrorismo es incompatible con el turismo y aunque no lo veamos el Covid es un terrorista que está dinamitando el sector”, considera el presidente de Aehcos.

Callejón incide en que el panorama con respecto a la pasada Feria “es totalmente diferente, pero somos caballo ganador, si apuestan por nosotros los dos próximos años nuestra industria saldrá adelante porque todos somos turistas y lo necesitamos ya como parte de nuestra vida”.

Las peñas anulan todas sus actividades previstas

Otro colectivo que sufrirá en estos días la no feria son las peñas. No abrirán sus casetas, no serán puntos de encuentro de sus socios, no disfrutarán con la música y el baile más popular, con el mantenimiento de las tradiciones. “Teníamos un proyecto para hacer actuaciones musicales y alguna actividad con todas las medidas de seguridad oportunas pero hemos preferido ser más cautos y hemos anulado todo”, explican desde la Federación Malagueña de Peñas.

“El no haber Feria supone para las peñas el no poder desarrollar su actividad, su reivindicación de las costumbres y las tradiciones, pero no es un sustento económico, no creo que haya ninguna peña que monte su caseta para a ganar dinero, es un punto de encuentro”, señalan desde la federación.

Es estos días se pierden 114.000 asistentes a conciertos, 1.600 toneladas de basura tanto en el centro como en el Cortijo de Torres, 23.000 tuits, 400.000 reacciones en Facebook, 1,5 millones de viajeros en los autobuses urbanos. Dejarán de sonar unas 162 horas de música y se quedarán sin poner casi 300 denuncias por hacer botellón. Es el agosto del coronavirus y los efectos colaterales de una pandemia que sigue muy viva en la provincia.

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