Estos son los síntomas para detectar un golpe de calor y cómo prevenirlos

En la últimas semanas Andalucía ha ido encadenando jornadas de aviso por altas temperaturas

Un hombre combate el calor bebiendo agua en Málaga.
Un hombre combate el calor bebiendo agua en Málaga. / Javier Albiñana

Los veranos son cada vez más calurosos y extensos. Desde principios de junio gran parte del territorio andaluz ha vivido jornadas de aviso por altas temperaturas. Ante la subida de los termómetros, los expertos ponen el foco en los golpes de calor, que se vuelven habituales en estas situaciones y se están convirtiendo en un problema de salud pública, señalan desde la Sociedad Andaluza de Medicina Intensiva y Unidades Coronarias (Samiuc). El pasado 2024, se atribuyeron 1.386 muertes al exceso de calor de manera oficial en España; de ellas, 145 fallecimientos por esta causa se registraron en Andalucía, entre los meses de julio y agosto.

Los especialistas de Samiuc han lanzado un mensaje de advertencia y prudencia a la población ante los golpes de calor. Señalan que estos pueden poner en riesgo la vida de una persona en pocos minutos, pudiendo requerir el ingreso en la UCI. “El golpe de calor es una urgencia médica, puede poner en riesgo nuestra vida en pocos minutos", apunta la vocal de Samiuc de Jaén, Tania Amar Serna. La especialista explica que que puede prevenirse "si actuamos con responsabilidad" y subraya que la detección rápida puede salvar vidas.

Cómo detectar un golpe de calor

El golpe de calor ocurre cuando el cuerpo se sobrecalienta por una exposición prolongada al sol o al calor extremo. Nuestro cuerpo pierde la capacidad de regular la temperatura, por lo que la temperatura corporal puede elevarse por encima de los 40 grados, provocando daño cerebral, fallo de órganos, problemas cardiacos e incluso la muerte.

Respecto a los síntomas, algunos son los mareos, confusión, debilidad, piel muy caliente y enrojecida, dolor de cabeza, náuseas, vómitos, visión borrosa, el pulso acelerado, convulsiones o incluso la pérdida de conciencia.

La población de riesgo son mayormente los niños, ancianos, mujeres embarazadas, personas con enfermedades crónicas, trabajadores con exposición prolongada al sol y los deportistas sin hidratación adecuada. “Cuando sospechemos que está ocurriendo un golpe de calor, a nosotros o a alguien que tengamos cerca, debemos de llevar a la persona a un lugar fresco y ventilado, retirarle la ropa y aplicar compresas frías o agua en el cuerpo, no dar agua si la persona está mareada o inconsciente y llamar a emergencias", aconseja Amar Serna.

En el caso de que la persona pierda el conocimiento y no responda, se debe iniciar la reanimación cardiopulmonar (RCP), mientras se espera la llegada de los servicios de emergencia.

Cómo prevenir una ola de calor

Los expertos aconsejan usar ropa ligera en estos días de altas temperaturas, así como mantener una hidratación constante bebiendo líquidos con frecuencia. También recomiendan evitar la exposición directa al sol entre las once de la mañana y las cuatro de la tarde y no dejar nunca a niños ni mascotas en vehículos cerrados.

Esto sumado al consumo de comidas ligeras y frescas, como frutas y verduras, ya que ayuda a mantener el cuerpo hidratado y evitar el sobrecalentamiento.

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