El Quinqué

tatatá, tatí

  • El alcalde de Málaga se une al baile de la campaña del PP-A arremetiendo, con carga musical incluida, contra el anuncio de la Junta de la licitación del Metro. Puede que el estado de ánimo de De la Torre se deba a la nueva baja en su equipo de gobierno

UNA idea de la dura batalla que se avecina por la disputa del Palacio de San Telmo, fundamentalmente entre PP y PSOE, la puede dar el clima de crispación que ya se respira en todo acto público que tenga una pequeña dosis de tinte político. Tan sólo unas declaraciones a la prensa de cualquier cargo de la administración o de partido, puede servir de base o motivo para tratar de poner en evidencia al contrincante.

El pasado lunes, la consejera de Obras Públicas y Vivienda de la Junta de Andalucía, Josefina Cruz, que se encontraba en Málaga para reunirse con los presidentes de las 7 autoridades portuarias de la comunidad autónoma, reiteró, a preguntas de los periodistas, algo que ya se sabía. La intención de su departamento de licitar antes de la fecha de las elecciones, el 25 de marzo, las obras del último tramo del Metro de Málaga, el que va del Guadalmedina a La Malagueta. Cruz no aportaba nada que no hubiera dicho antes, salvo quizá, tan sólo, lo que no es moco de pavo, que ya "hay demanda de empresas" para financiar, mediante la fórmula de colaboración público-privada, el citado tramo del suburbano. Es decir, que la consejera no anunció nada nuevo, ni tan siquiera una fecha aproximada prevista para el inicio de las obras.

Pero el regidor de la capital malagueña, o prefirió hacerse de nuevas, o no se encontraba en Málaga cuando se anunció el plazo para la licitación. Las hemerotecas certifican que Cruz habló del primer trimestre del presente año. Y quizá con el objetivo de arrimar el hombro a la campaña electoral de los populares, el alcalde dijo que se trataba de "la típica operación política de decir que llegamos con los deberes cumplidos, cuando se llega con mucho retraso". Unas palabras que Francisco de la Torre quiso adornar con los sonidos onomatopéyicos con los que gusta ilustrar últimamente sus manifestaciones, pero que en esta ocasión confundió, ya que habló de los tambores con los que la Junta suele anunciar sus asuntos de forma reiterativa, al tiempo que no tenía ningún empacho en tratar de imitar, por 2 veces, el sonido de una corneta, "tatatatá, tatí", dijo De la Torre como si acompañara una carga del Séptimo Regimiento de Caballería que comandó el célebre general George Armstrong Custer.

Pero volviendo a la indignación del regidor, añadir que criticó el hecho de que "se deje la patata caliente" al nuevo Gobierno que salga de los comicios y sentenciar que "el que venga detrás, que arree". De la Torre insistía en que "el calendario del Metro no se ha cumplido bajo ningún concepto", y se lamentaba de la actitud del Gobierno regional "por anunciar varias veces, desde hace más de un año, la licitación de este último tramo del Metro, que discurre por un espacio crítico y singular de la ciudad".

Otra posibilidad sobre el origen del estado de ánimo de De la Torre podría estar en la necesidad de que en pocas semanas tendrá que acometer una segunda remodelación de su equipo de Gobierno, cuando el actual organigrama de la Casona del Parque lleva muy pocos días en funcionamiento y seguro que todavía no está suficientemente engrasado. El hecho de que el concejal del distrito de Churriana, Víctor González, ocupe el cuarto puesto en la candidatura del PP al Parlamento Andaluz, como uno de los hombres de la máxima confianza del presidente Bendodo, llevará al alcalde a pasar por un nuevo quebradero de cabeza. Será la segunda crisis desde el pasado mes de mayo. Tachín, tachán.

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