Málaga

La ya tradicional mancha naranja

  • Un 'bloom' de microalgas volvió ayer a teñir el litoral de la capital

Dos bañistas, ayer en La Malagueta. Arriba de estas líneas se aprecia ligeramente la mancha naranja.

Dos bañistas, ayer en La Malagueta. Arriba de estas líneas se aprecia ligeramente la mancha naranja. / javier albiñana

Ya casi se ha convertido en una tradición por estas fechas. Una enorme mancha naranja volvió ayer a cubrir parte del litoral entre Rincón de la Victoria y Málaga capital provocando la curiosidad de los bañistas que estaban en ese momento en la playa. Pero que nadie se alarme porque, aún hay quien piensa erróneamente que se trata del desove de sardinas y boquerones, la realidad es que es un simple fenómeno natural que no supone ningún riesgo para la salud de las personas. No hay ningún misterio en la aparición de esta mancha de llamativo color naranja porque los expertos han comprobado cada verano que está producida por la proliferación de Noctiluca scintillans, una especie de alga microscópica unicelular que no es nociva ni para el medio ni para el ser humano.

Tiene forma globulosa y viscosa que en apariencia puede confundirse con un huevo, aunque nada más lejos de la realidad. Puede ser devorada por otros organismos o depositarse en el fondo y desaparecer sin más tal y como llegó. El origen de esta última mancha se sitúa en Rincón de la Victoria, aunque arrastrada por el viento de levante, en torno e mediodía ya se podía ver en el litoral de la capital malagueña.

Jesús Bellido, biólogo del Aula del Mar y coordinador de la aplicación móvil Infomedusas, aseguró a este periódico que a primera hora de la tarde ya había tocado la orilla en plena playa de La Malagueta, si bien incidió en que más allá de lo espectacular de la imagen "no entraña ningún peligro para los bañistas".

El pasado verano apareció a mediados de julio. El porqué ha vuelto a aparecer ahora tiene, según los expertos del Centro Oceanográfico de Málaga han explicado en otras ocasiones, varias respuestas y es que la combinación de una serie de factores ambientales como las temperaturas, la cantidad de nutrientes que hay en el medio marino y la luminosidad suelen favorecer la explosión de este tipo de algas microscópicas. Desde 2009 aparece con cierta regularidad en las playas de la provincia cada verano. Tanto el Centro Oceanográfico como la Empresa Municipal de Aguas (Emasa) han analizado en varias ocasiones su origen y la conclusión ha sido siempre la misma, por lo que no hay nada de lo que preocuparse.

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