Málaga

La venta de lotería de Navidad en Málaga sube respecto a 2019: "La gente prueba suerte en los momentos complicados"

Varios carteles con décimos premiados en la fachada de una administración de lotería.

Varios carteles con décimos premiados en la fachada de una administración de lotería. / Pepe Gómez (Málaga)

Nada más llegar al quiosco de lotería de la Alameda Principal, la antigua Manolita, un cartel con letras rojas entra por los ojos de los viandantes: “Los raros, lo que se dice feos de co__nes”, reza. Alrededor, los décimos que tanto loteros como compradores consideran menos atractivos. Entre ellos, el “88811”, el “99222” o el “89992”. Y aunque el marketing de este negocio, según relatan los empleados, es bastante efectivo, hay algo más que se extiende hasta el resto de locales de este estilo. Las ventas de lotería de Navidad están subiendo en comparación con 2019. 

“Antes, el mes de agosto era la muerte; ahora, con la Feria y el turismo vamos bien”, explica Rafael Azuaga, una de las caras visibles tras el mostrador de La Malagueña, la administración número 16. Tampoco la inflación parece haber hecho mella: “Sinceramente, esperábamos menos demanda, pero no, la lotería es de las pocas cosas que no han subido desde la llegada del euro, y la gente lo sabe”. De hecho, y pese a las estrecheces, los compradores cada vez se decantan más por adquirir el décimo completo en detrimento de las participaciones. Un fenómeno que Rafael achaca precisamente a la situación económica, ya que los usuarios “prueban más en los momentos complicados”. 

Y es que los visitantes, sobre todo los españoles, continúan acudiendo a las administraciones para llevarse hasta sus provincias de origen unos décimos. Para la familia, para los amigos, para los compañeros de trabajo… “Es lo que menos quebraderos de cabeza da, el típico imán que se pone en la nevera está muy visto ya”, bromea. Poca chanza merece, sin embargo, la situación que vivió su negocio durante hace unos años por culpa de las obras del Metro: “Estuvimos a punto de cerrar, apenas nos dejaron un pasillo, vendíamos un 12% de lo normal”. Pero este año la situación está cambiando.  

Un cartel anima a los usuarios a comprar los décimos menos vistosos Un cartel anima a los usuarios a comprar los décimos menos vistosos

Un cartel anima a los usuarios a comprar los décimos menos vistosos / M. H. (Málaga)

En la número 1 y la número 2, Mavi Marín y Paula Rueda, trabajadoras de ambos locales, respectivamente, refrendan la idea. En la número 5, más conocida por El Gato Negro, la afluencia de público es constante, y no son pocos los que acuden soñando con que les toque el Gordo esta Navidad, formando largas colas en la calle Granada. Como es el caso de Raquel Sánchez y Agustín Ramírez, originarios de Valencia y que, aprovechando sus 15 días de descanso, han decidido pasarse a probar suerte: “Es nuestra primera vez en Málaga y habíamos escuchado que este sitio es muy conocido, ojalá nos toque; aunque más que nada es por compartirlo”, relatan. 

De nuevo en la Alameda Principal, Daniel Cobos, de la administración número 11 y principal ideólogo de los carteles, opina que “se está notando un repunte de ventas”. Y va más allá: “Cuando hay una recesión, el primer año la cosa se mantiene, que es cuando la gente todavía está mejor y busca que le toque un premio; después, durante el segundo y el tercero, ya viene la caída”. 

En cuanto a su principal forma de dar a conocer los boletos menos vistosos, cree que es algo importante. “A veces hay muchos que no hay por donde cogerlos, pero con el cartel…”. El año pasado, por ejemplo, escribió: “Números sospechosos de ser feos”. Mientras que en otra ocasión tiró de clásico con “El bueno, el feo y el malo”. Los jóvenes, según explica, no lo entendían. En cambio, los más mayores, sí . “No te imaginas la cantidad de gente que me dijo: dame uno de cada”. No obstante, la situación actual no sólo depende de su promoción más o menos curiosa. “Incluso los bares y las peñas están adelantando la retirada de los décimos, cuando normalmente esperan a septiembre”, explica Daniel. 

Al final, todas las administraciones del Centro Histórico coinciden en algo: el nivel de ventas va en aumento respecto a 2019. Que no sea sólo suerte. 

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