Responde la defensa de los Al-Thani a la última petición de la Asociación de Pequeños Accionistas del Málaga, que solicitó que se elevara el importe de la fianza exigida a la familia catarí hasta los 11,7 millones de euros. La táctica vuelve a ser la de los reproches y la de tratar de generar una posverdad que poco o nada se parece a lo que ha sucedido en el club de Martiricos en la última década, que ha llevado a la entidad a estar al límite de la supervivencia.

Hay que recordar que en un primer momento la jueza solicitó una fianza de 5,4 millones de euros a Abdullah Al-Thani y sus hijos, una cantidad que le pareció insuficiente a los accionistas minoritarios cuando tuvo más información relevante derivada del trabajo del administrador judicial, José María Muñoz. Así que se pidieron esos más de once millones, mientras que el Ayuntamiento de Málaga (que también se personó como parte de los querellantes) fue más comedido y solicitó 6,2 millones de euros. De cualquier modo, los abogados presentaron un escrito este martes 11 de agosto oponiéndose a ambos.

Insiste Al-Thani en recordar la ingente cantidad de dinero que puso en el Málaga cuando tomó las riendas del club. Un argumento poco sólido porque conviene recordar que el club en 2010 estaba en la fase final de un concurso, con un plan de pagos anual absolutamente asumible para las arcas de la entidad, donde era autosuficiente a pesar de sus limitaciones y gastaba lo que podía dentro de lo que generaba. Fue, de hecho, la altísima apuesta económica la que ha llevado al Málaga a estar en situaciones de alto riesgo por la elevada deuda que generó.

Apunta también hacia la APA cuando reprocha que este colectivo no pusiera en aquellos años ninguna cantidad. Mal aconsejado o víctima de la mala memora, los minoritarios le recuerdan que fue precisamente Al-Thani el que dio orden de impedir el acceso a las juntas de accionistas y la aprobación de cuentas, motivo que llevó a la creación de este asociación malaguista.

Una de las luchas de los Al-Thani consiste en tratar de legitimar los sueldos de ese consejo de administración fantasma formado por tres de sus hijos: Nayef, Nasser y Rakan. Desde luego, por presencia y trabajo no puede llegar ninguna justificación, sin entrar en otras cuestiones desveladas por la policía judicial y por José María Muñoz. Como la jueza amenazó a los cataríes con el embargo de bienes si no avalaba los 5,4 millones exigidos en un principio como fianza, ofrecieron como garantía un inmueble en Catar. Ante el requerimiento del juzgado vuelve a ofrecerlo.

En su táctica de disparar a todo y a todos, también tienen los Al-Thani para el mismo juzgado que está llevando este asunto (Juzgado de Instrucción número 14 con la jueza Ruiz González). Señalan que todo esto les está "causando un perjuicio por indefensión". Por otra parte, ofrecen también como garantía un crédito por importe de 4.242.000 € que la sociedad NASIR BIN ABDULLAH & SONS ostenta frente a la junta de Andalucía, cantidad que, aclaran, pertenece al aval depositado para el cumplimiento del concurso de La Bajadilla, en Marbella. Otro asunto que da para spin off de éxito.