Málaga C.F.

El Burgos CF, un rival con el mejor entrenador de Segunda B que es padre de Iván Calero

  • El lateral vuelve a verse con su progenitor, al que ya se ha enfrentado con anterioridad

Julián Calero, entrenador del Burgos CF.

Julián Calero, entrenador del Burgos CF. / Efe

No es nada habitual ver un vínculo de sangre tan claro entre adversarios, pero en El Plantío se reencontrarán un padre y un hijo, Julián e Iván Calero. El técnico del Burgos, el hombre que subió al conjunto castellanoleonés, volverá a verse en un terreno de juego con su vástago, el lateral diestro del Málaga. No es la primera vez que sucede en competición, pero sí en una categoría tan importante como la Segunda División.

Julián Calero es un técnico madrileño de 51 años que tras dos etapas al frente del Navalcarnero y el Rayo Majadahonda encontró en Burgos el lugar ideal para alcanzar un sueño para él como el de entrenar en el fútbol profesional. Logró hacer campeón a su equipo del Grupo I de la ya extinta Segunda División B y ahora recoge ciertos reconocimientos, al haber sido elegido mejor entrenador de su grupo la pasada temporada.

En casa tiene claro el entrenador que la madre va con el hijo y lo acepta con naturalidad y humor. Aunque en el campo si se encuentran ambos, habrá pique. "Él se acuerda sólo de una, que fue cuando nos ganó con el Atlético de Madrid C en Tercera División en el Grupo VII. Yo llevaba el Alcorcón B y ya nos jugábamos poco, pero ellos sí luchaban por cosas y creo que nos ganaron por 3-0. No me quiero equivocar mucho. Se le ha olvidado una en juveniles. Estaba en el Liga Nacional y yo estaba en un juvenil de un pueblecito de Madrid que se llama Casarrubuelos. Hará 10, 11 años o así. Creo que ganamos 1-0, así que estamos empatados a victorias y derrotas”, contó en una entrevista este pasado verano.

“Más bien soy yo el que digo cosas", decía riéndose de manera traviesa el entrenador en una entrevista cruzada con el propio Iván: "Lo tengo más fácil, él está jugando. Yo sí tengo ojos para poder ver a mi equipo y poder verle a él. Tirarle una zancadilla no que está muy feo. Ya en serio, cada uno tiene que ir a lo suyo. Todos queremos ganar. Yo no he regalado nada en mi vida ni lo pienso regalar. Evidentemente iremos a ganar, pero no a Iván, a cualquier equipo. Pero enfrentarte a tu hijo genera una semana difícil, diferente. En casa, se puede imaginar, la familia normalmente está más con el hijo que con el padre. Pero bueno, no importa. En cualquier caso es bonito llegar a esta situación”.

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