Málaga C.F.

El ERE, salvación con riesgo de asfixia

  • La cara B de la medida adoptada por el Málaga para dar viabilidad del club también entraña vértigo

  • Si los jugadores denuncian por impagos, como la AFE ya advirtió, se abre una vía peligrosa

  • Desde el club se transmite tranquilidad con la situación

José María Muñoz entra a La Rosaleda con su equipo.

José María Muñoz entra a La Rosaleda con su equipo. / Javier Albiñana

El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) planteado por el Málaga supone un antes y un después dentro de la complicada situación institucional que vive un club intervenido judicialmente desde hace seis meses por los indicios de delito en la gestión de su presidente en los últimos 10 años, el jeque Al-Thani. El ERE es la solución última a la que se ha agarrado José María Muñoz, administrador judicial, con el visto bueno de la jueza Ruiz González, que tutela la intervención. Puede ser la solución económica que permita la viabilidad de club, pero también hay unos riesgos que se asumen como entidad al optar por esta vía.

En 2007, cuando el Málaga ya ejecutó un ERE, había menos jurisprudencia en entidades deportivas y no existía el férreo tutelaje de LaLiga sobre las finanzas de los clubes, había más desbarre económico colectivo. Ahora el panorama es distinto. Desde el club se insiste en que hay conexión diaria con LaLiga y que la patronal está al tanto de la vía que se ha elegido. Falta la constatación efectiva de que es así. Porque la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ya advirtió este martes de que va hacia delante con denuncias y que ello puede acarrear consecuencias graves para el club.

Puede entenderse como posiciones radicales de salida, pero la relación se ha tensado muchísimo. El núcleo duro del vestuario se siente traicionado por el administrador. "Engañados", decía en el comunicado de la AFE. Por el momento y la manera en que ha comunicado el ERE. También los jugadores, como Adrián y Lombán, que tenían un acuerdo casi pactado para su continuidad y ahora dudan. El primero, junto a Juankar y Cifu, se cayó de la lista para el amistoso ante el Cádiz. La explicación que ofreció el administrador en sus reuniones personalizadas es que no se presentó antes el ERE a la plantilla porque había una posibilidad de que se adelantaran los plazos y pudiera haber una ampliación de capital, pero la Junta de Accionistas aún está sin fecha. De hecho, José María Muñoz se ha reunido con varios potenciales inversores para el club. Un detalle que podría ser intrascendente o anecdótico, pero que no es baladí en esta historia. Munir, que abrió la caja de los truenos con sus palabras la pasada semana en la Cadena Cope, reforzaba con un "me gusta" la dura diatriba del jeque Al-Thani contra el administrador en Twitter. Otro cantar es la idoneidad de dar pábulo al causante primero de esta situación. Pero es una fotografía del paisaje, del descontento de un vestuario que tiene la sartén por el mango.

Como informaba As, hay un cabo suelto que da fuerza a los jugadores en esta previsible disputa. Se firmó con varios jugadores un acuerdo para aplazar lo que se les adeudaba del último pago de la temporada 2019/20, el principal, de la ficha de la temporada pasada para aliviar la tensión de la tesorería. Manu Sánchez, agente de Adrián, aseguraba que el plazo era de 10 meses. Se acordó con todos, pero no se firmó en esos casos. Ahora, esos jugadores, "engañados" según su versión, están habilitados para presentar denuncias y, de no abonar las cantidades adeudadas el Málaga, se puede acelerar la cadena de sanciones deportivas derivadas. Advertía la AFE del último extremo, la imposibilidad de inscribir jugadores. En la práctica, en la coyuntura actual del Málaga, la asfixia. Y ya se sabe de sobra que hay otros clubes ejerciendo presión para quedarse en Segunda.

Una vez se presenten las denuncias ante la Comisión Mixta AFE-LNFP, el Málaga tiene un plazo de tres días para alegar y 10 días para hacer frente a esos impagos. La consecuencia de no hacerlo sería el citado bloqueo de sus derechos de inscripción en un momento en el que estaría, de ejecutarse el ERE, sin jugadores profesionales inscritos. Ahí el papel de LaLiga sería capital. Desde el Málaga se transmite tranquilidad y, pese a la comunicación de la AFE, se estima que la situación está bajo control y que ya se abonó el mes de julio. El asunto es que esos jugadores que no firmaron el aplazamiento de deuda pueden, con su denuncia, obligar a que se les pague todo para no empezar el efecto dominó de consecuencias negativas. Sur informaba ayer, y así lo pudo corroborar este periódico, de que están también incluidos en el ERE hasta los últimos fichajes (Cristian Rodíguez y Orlando Sá), además de Tete Morente por formulismos para hacer el expediente de regulación más sólido ante la justicia. 

Los jugadores tienen ahora siete días, desde la presentación del ERE, para elegir a sus representantes legales en la negociación. A partir de ahí, un mes de tope de para llegar a un acuerdo amistoso. Entonces, si no lo hay, llegaría una resolución judicial, pero sus tiempos son distintos de los deportivos. Los plazos se van solapando con la configuración de la plantilla. El Málaga tiene sobrepasado el límite salarial por mucho y, si se enquistan las rescisiones o se mantienen las denuncias de los jugadores con sueldos más inasumibles, la prohibición de inscribir jugadores se produciría. Porque sus sueldos íntegros continuarían computando para el límite salarial hasta que no se firme una desvinculación. Ya se sabe que las amortizaciones de traspasos (el Málaga ha ido lastrado por los de Rolón o Cecchini, por ejemplo) cuentan. La salida de Mula ha elevado por encima de los tres millones el tope salarial y la previsible de Keidi puede aumentarlo más. Pero el sueldo de tres jugadores de los incluidos en el ERE ya sobrepasa esa cantidad.

De fondo, la inseguridad que propicia a la hora de atraer a jugadores y configurar un equipo competitivo. El fichaje de los jugadores del Numancia Escassi, Barrio y Calero está pactado, también avanzado el de Jairo Samperio. La imposibilidad de inscribirlos les liberaría. 

Evidentemente, cada jugador de los incluidos en el ERE es un caso. Algunos quieren quedarse, otros que lo pretendían ahora dudan, algunos tienen opciones de salir pero no quieren perder dinero... El contexto social, con un fútbol donde la contención es la vía más sensata, no ayuda a dar salida a los jugadores con contratos altos firmados. Se avecinan, en cualquier caso, semanas candentes. Más aún. Las palabras del director deportivo, Manolo Gaspar, en la presentación de Orlando Sá -"Cualquier jugador que firme el Málaga va a ser inscrito"- sonaron rotundas y confirieron tranquilidad por la repetida, desde el Málaga, fluidez en los contactos con LaLiga. El ERE aparece como salvación inmediata desde el punto de vista económico, pero el Málaga debe gestionarlo de manera que no sea una asfixia.

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