La dirección deportiva del Málaga tenía atado a finales del mes de diciembre el fichaje de Joan Oriol, como informó este periódico a principios de enero. El club venía peinando el mercado y sus diferentes posibilidades con el objetivo de reforzar una de las posiciones que se consideraban débiles por parte del equipo de Manolo Gaspar y por el que por aquel entonces lideraba el cuerpo técnico. La opción del terraconense apareció y encajaba en los concretos parámetros del club aunque en última instancia se desestimó esta opción.

El lateral de 33 años, actualmente en las filas del Lleida del Grupo III de Segunda B, daba el perfil tanto económico como deportivo para la dirección deportiva, dada su notable experiencia en la categoría (casi 120 partidos) e incluso la élite (30) y su excepcional estado físico (lo había jugado prácticamente todo), así como la posibilidad de que percibiera el mínimo salarial que establece LaLiga (unos 40.000 euros).

Pero en este caso, la última palabra la tenía en su poder Víctor Sánchez del Amo –además del ok de Al-Thani–. El técnico madrileño fue el que rechazó la operación para reforzar el lateral zurdo con Oriol, dando prioridad a la llegada del delantero, como quedó patente con la llegada esta semana de Sergio Buenacasa.

Queda por ver en los próximos días si esta opción se reactiva o no tras el cese de su principal detractor. La falta de alternativas en el lateral sigue latente y la llegada de un nuevo entrenador o la determinación de la dirección deportiva podrían cambiar de nuevo el escenario con Oriol.