El Málaga está centrando sus esfuerzos en cerrar cuanto antes la plantilla y para ello tiene que resolver la llegada de dos centrales. La entidad está negociando con el defensa argentino Esteban Burgos (Salta, Argentina, 1992), libre tras concluir su contrato con el Eibar el pasado 30 de junio después de tres temporadas en el conjunto armero. 

Burgos, que cuenta con la doble nacionalidad, es uno de los grandes deseados en el mercado de Segunda División, donde ha jugado las cinco últimas temporadas (dos en Alcorcón y tres en Eibar) y contaba también con salidas al extranjero fuertes en lo salarial. El Málaga parecía que no estaba en disposición de pelear su fichaje, pero la situación ha dado un giro y pelea por completar la operación de llegada.

Central de físico imponente (supera el 1,90), ha jugado 117 partidos oficiales en el fútbol español entre Segunda, Primera y Copa del Rey, marcando un total de 11 goles. El futbolista y su entorno ven con buenos ojos la llegada al club de La Rosaleda, aunque no descarta otras posibilidades.

La entidad va a firmar a dos centrales. Querían a alguien de jerarquía y Burgos da el perfil, al igual que un ex como Ignasi Miquel, con contrato en vigor y cuyo coste también costaba encajar. Al mismo tiempo, la dirección deportiva ha ido trabajando con otros hombres que también puede reforzar la defensa. Está muy bien situado Jonás Ramalho (Vizcaya, 1993), que tiene un acuerdo prácticamente cerrado con el Málaga.

Los blanquiazules tienen casi todo el trabajo hecho cuando quedan unos días para la concentración, en la que Guede espera poder contar ya con la plantilla base. Se espera el desenlace final del caso Rubén Yáñez, cerca de desvincularse del Getafe para unirse al Málaga. El portero competiría con Manolo Reina por un puesto. Un caso similar al de Álex Gallar, que es otro de los nombres más ilusionantes de este mercado de fichajes, y que tiene que desligarse del Girona antes de recalar en Martiricos.