El Málaga CF juega este martes 30 en La Rosaleda el derbi andaluz de la Liga SmartBank. Es el único duelo entre andaluces esta temporada en Segunda, este que le enfrenta a la UD Almería y llega con una fuerte dosis de emoción, tensión y con dos objetivos que, pese a sus diferencias, convergen con el mismo sueño de la élite, la Liga Santander.

Se espera un partido altamente competido entre dos equipos que están demostrando esta temporada que el físico cada vez es más importante en una categoría de tal competencia como la Segunda División. El Almería, adulzado con varios millones que le han permitido dar un salto definitivo de calidad que les hace diferenciales, sigue siendo un equipo físico y peleón que obliga al rival a seguir su ritmo. Como decía Pellicer en la previa, pocos equipos juegan a la velocidad de los rojiblancos y es esto lo que les convierte en uno de los punteros: su capacidad técnica para jugar con rapidez y precisión.

El Málaga, por su parte, se ha valido este curso del físico para crecer y asentarse en puestos cómodos que evitan el tema del descenso. Desde el cambio de sistema, la presión siempre exigente de los blanquiazules comenzó a funcionar con más facilidad y eso les ha llevado a generar más, y por ende, a materializar más. Quizá esta jornada, con varias bajas de peso, el equipo puede pagar los esfuerzos de semanas atrás.

Pellicer ya reconoció estar muy atento a la evolución de sus tocados. Sin Matos ni Yanis, que ambos cumplen sanción, sumada a posibles bajas como las de Jozabed y Jairo, tocados tras el partido ante el Cartagena, el equipo quedaría con cuatro bajas profesionales que complican la formulación de un once sin entrar en problemas con las fichas. Escassi entrenó ayer lunes y podría salir de inicio en el pivote. Cristo, Joaquín, Benkhemassa o canteranos como Julio o Larrubia podrían ser las sorpresas en el once.

La capacidad de adaptación de la plantilla ante problemas de esta índole durante la temporada ha sido sobresaliente, está por ver cómo funciona ante un rival tan exigente y como el almeriense que llega herido en lo anímico tras la polémica arbitral de la pasada jornada.