Richard Shaheen ha estado recientemente por tierras malagueñas. El que fuera director general del Málaga y brazo ejecutor del jeque Abdullah Al-Thani hasta la intervención judicial del club, ha aprovechado su paso por la Costa del Sol para mantener contacto con personas que continúan en la entidad y que le mantienen al tanto de ciertas situaciones internas, según pudo saber este periódico.

El norteamericano tiene sus fuentes en el interior de Martiricos y parece que sigue confiando en que volverá pronto a formar parte del club. Ya lo ha intentado en diversas ocasiones, como interventor algo que la jueza Ruiz González siempre ha desestimado con argumentos sólidos.

Shaheen y Al-Thani han llevado una línea muy dura desde que fueron apartados de la gestión del club. A través de sus abogados y también mediante una política de comunicación agresiva -vía gabinete especializado- y apuntando contra la figura del administrador judicial, José María Muñoz.

Pronto habrá importantes novedades alrededor del caso del Málaga. Se prorrogará el plazo de intervención judicial del club. El juzgado está al tanto de lo que sucede y de los pasos que se están dando y se van a dar para buscar la viabilidad económica.

Esta semana también podría arrojarse algo más de luz sobre las acciones de los Al-Thani, que podrían ser embargadas si no cubren la fianza que se les imponga. La jueza primero pidió 5,4 millones de euros, pero la Asociación de Pequeños Accionistas exigen 11,7 millones. El Ayuntamiento, por su lado, aboga por una cantidad mayor pero que se quedaba en 6,2 millones. A esto respondieron los cataríes, que ahora tiran de un aval de los tiempos en que querían construir el nuevo Puerto de La Bajadilla, en Marbella.