Era la primera entrevista que hacía, más allá del vídeo que distribuyó el Málaga con declaraciones suyas tras el debut con el primer equipo. Y Antoñín se expresa en Málaga Hoy con naturalidad y con soltura, como lo hace sobre el césped. Habla el delantero formado en el 26 de Febrero de sus inicios y su aventura en Alemania. 

"La experiencia fue muy compleja por el tema del idioma, la convivencia... Es otro rollo. Me pilló muy pequeño. Si me pilla con esta edad, ya profesionalmente, me iría donde fuese. En Alemania vivíamos seis o siete jugadores en una casa, una casa muy grande. Había una cocinera allí hasta las tres de la tarde. Tenía 16 años, pero me metieron allí con los sub 19", decía el jugador malagueño sobre su estancia en Gelsenkirchen: "Me comunicaba a través del traductor, un poquito de inglés. Como podía. Yo creo que el idioma fue la gran barrera".

Volvió entonces Antoñín al 26 de Febrero. "Es un equipo de barrio, de barrio humilde. Pero ellos trabajan para sacar a la gente de allí. Ya se sabe que hay familias complicadas, pero ellos acogen a niños, les dan sus botas, su ropa... Todo para que se diviertan y se alejen del exterior y del mal ambiente. Y al final salen de allí muy buenos futbolistas", relata el delantero, que agradece la labor que hace con él Luis Muñoz: "Luis es un pedazo de jugador y es mi hermano. Con él todo es más fácil, me ayuda lo máximo, constantemente. Futbolísticamente es un jugador de muchísima calidad y polivalente. Me encanta, aparte de lo personal. Es más grande que yo. Iba a verle a jugar al 26. Me he criado con él en La Palmilla".

"Ha sido un viaje muy largo. Fui recogepelotas de pequeño, siempre me gustó el Málaga, el equipo de mi ciudad. Como ya conté me pilló en la banda de Ricca y ahora estoy en el primer equipo. Ha sido complicado. Todo tiene su esfuerzo pero mire, al final he recogido la recompensa", relata Antoñín desde sus inicios a este momento en el que le ha llegado la oportunidad de debutar en la élite.