Las temporadas de crisis y dificultades también abren puertas y ventanas para quien busca una oportunidad. Y en el Málaga había tres hombres pegando con fuerza desde hace tiempo, los alumnos más aventajados de La Academia, los primeros en la lista de los que piden a gritos el dorsal profesional. Ismael Casas, Ramón Enríquez e Hicham, tres piezas importantes para el primer equipo y que estaban ante un curso prometedor para ellos, pero a los que los distintos problemas físicos han impedido en mayor o menor medida mostrar todo su potencial y continuar su progresión.

El Málaga confirmaba ayer que Ismael Casas sufre un edema óseo en el tobillo izquierdo después de que se le sometiese a una resonancia magnética. Hay que recordar que su última lesión se produjo el pasado 7 de marzo en Sabadell avanzada la segunda parte. Lo que parecía un esguince se ha complicado.

No es el primer problema de Ismael Casas esta temporada, en la que se le había incluido entre los capitanes del primer equipo. Ha sido un goteo de problemas físicos que le ha impedido jugar más partidos y gozar de la continuidad necesaria. En algún caso, más al principio de curso, se le recomendó más paciencia a la hora de recuperarse. Sus ganas de jugar y aportar le pudieron.

Y suele dejarse notar su presencia en el campo. Más o menos acertado, siempre garantiza un mínimo de intensidad. Al final sólo lleva 14 partidos disputados tras 33 jornadas cuando en circunstancias normales esa cifra subiría considerablemente.

En el dique seco anda también Hicham, que un día hace algo de trabajo con el grupo y al siguiente tiene que volver al gimnasio. Hace poco más de un año que firmó su renovación y fue esencial para la consecución de la permanencia. Acabó a gran nivel la temporada y en esta se esperaba mucho del marroquí, que no termina de encontrar la salida definitiva a sus problemas físicos. Ha intentado buscar solución en Francia, pero sigue sin aparecer.

Debutó en Castellón el 19 de septiembre y se tuvo que ir al minuto. Logró reaparecer en Almería sumando nuevo minutos el 13 de diciembre. Tres días después fue titular ante el Coruxo. Y hasta la fecha. Todavía se confía en que pueda competir antes de que concluya este aciago año deportivo.

Luego está Ramón Enríquez, que durante meses fue el faro del equipo en el césped. Pellicer le retó y el de Órgiva recogió el guante. 25 partidos en total, dos goles en sendos triunfos a domicilio. Por el camino, se ganó la renovación hasta 2024. Sin embargo afloraron unos problemas en el hombro que han mermado su rendimiento y le han tenido muchas jornadas fuera. Se está esforzando por ayudar, no cabe duda, pero es obvio que no está al cien por cien. En verano tendrá que pasar por el quirófano.