85 días después...

La Rosaleda no se abre para un partido de fútbol desde el 16 de mayo, cuando se abrochó la Liga 2013/14 y el jeque se paseó con el equipo por el césped. Han pasado casi tres meses, 85 días, desde aquello y la Málaga futbolística tiene ganas de oler césped y ver rodar el esférico. Las arcas de Martiricos continúan con cortocircuitos y tensiones, ha sido necesario vender a tres emblemas como Gámez, Eliseu y Willy Caballero para cuadrar cuentas y seguramente habrá más salidas antes de que se cierre el mercado. Pero lo que se ha contemplado de este Málaga de Javi Gracia ilusiona bastante. Antes de palparlo ya había 20.000 fieles incondicionales que ahora paladean esas buenas sensaciones por Australia y, sobre todo, Alemania. Y pretenden sentirla a metros (21:30 horas, La Rosaleda).

Apetece mucho ver al Málaga. A los nuevos y a los viejos. Ha entrado aire fresco pero también estimula la evolución de Camacho, Darder, Samu o Juanmi. Y ver cómo resiste la vieja guardia, con Weligton, Duda y Roque. O a Memo Ochoa, que el viernes paseaba tranquilamente por el centro de Málaga tomando el pulso a la ciudad. El mexicano ha sido el último en llegar, antes Luis Alberto y Horta han dado retazos de futbolistas diferentes, ojalá que diferenciales, en estos primeros compases de la pretemporada. ¿Boka o Antunes? Bonito debate en la izquierda si no se marcha el portugués, como ambas partes pretenden. Y así con el resto de los jugadores que alinee hoy Gracia, que advertía ayer que tiene en mente dar hueco a los canteranos. Samu Castillejo y Juanpi han sido los más empleados. A la espera de Amrabat y/o Thievy, ahí están pegando a la puerta.

Un sobresaliente rival, la Fiorentina de Joaquín Sánchez Rodríguez, da lustre a la puesta en escena del equipo malagueño. Será la última prueba antes del inicio de la Liga, en dos semanas, ante el Athletic en el mismo escenario. Gracia paliará así con trabajo las dos semanas de gira. Una de las camisetas más bonitas del fútbol mundial, esa zamarra de color viola coronada con la flor de lis roja que representa a la arrebatadora Florencia, se paseará por primera vez por La Rosaleda. El club toscano fue el primero italiano en conquistar un título continental y jugó las finales de Copa de Europa, Recopa y UEFA. Rezuma historia, su camiseta la vistieron en los últimos 30 años, por citar someramente, Antognoni, Sócrates, Passarella, Roberto Baggio, Rui Costa y Gabriel Omar Batistuta. Y antes nutrió a la Italia tricampeona del mundo antes de 2006 y marcó un estilo.

Una década después que el Málaga, la Fiore pasó por una trance idéntico, en 2003 desapareció y volvió de la mano de su presidente, Andrea Della Valle, que posee una de las mayores fortunas de Italia, controla el negocio del zapato y ha creado prácticamente un nuevo club desde las entrañas para pelear por lo máximo. Lleva rondando dos temporadas los puestos de Liga de Campeones. Existe buena sintonía entre Málaga y Florencia, como se demostró con las poco fructuosas cesiones de El Hamdaoui e Iakovenko, aún bajo disciplina viola, el año pasado. Hoy se verá en el césped una contienda amistosa. Un suculento aperitivo de la Liga.