El once de copas, una carta cualquiera. No será la de Juan Ramón López Muñiz que planea muy bien a quién dará la oportunidad en esta segunda ronda de la Copa del Rey. Será una tarde en la que debe de dejar constancia de ese pretexto tan promulgado, que todos están preparados para competir. En frente, el Almería, con un arranque dubitativo que se planteará el choque copero a título reivindicativo, la manera de encontrar el cambio que les lleve a la dinámica del triunfo.

La cita en La Rosaleda (18:45) será a partido único. 90 minutos en casa para decidir quién se lleva el pase. Será el tercer enfrentamiento ante el Almería en poco más de un mes. Encuentro amistoso en Marbella (1-1), segunda jornada en los Juegos Mediterráneos (0-1) y ahora duelo copero. Se conocen ya bien Málaga y Almería aunque esta vez tanto Muñiz como Fran Fernández, técnico de los rojiblancos, planean hacer un buen número de cambios con respecto a lo mostrado en la competición liguera. Es lo esperado, aunque insistan ambos en que la Copa del Rey es especial, aquí lo que importa es en qué posición estás en mayo en Segunda División.

Se espera que sea un encuentro de oportunidades, de estrenos incluso. En el Málaga aún no se han estrenado tres de los fichajes. Ni Haksabanovic -que está concentrado con su selección-, ni Mamadou Koné ni Héctor Hernández. La pareja de delanteros tiene muchas papeletas para salir de inicio por el dúo que han formado Gustavo Blanco y Jack Harper. Perfiles muy dispares al argentino y al escocés, que darán algo diferente al ataque blanquiazul, hasta ahora, innecesario.

A estos se les pueden unir algunos canteranos. Iván Rodríguez, capitán del Atlético Malagueño, podría tener su oportunidad al darle relevo a Cifu, que se ha ganado el puesto a base de entrega. En la zaga también está la posibilidad de ver a Abqar, que dejó buenas sensaciones en pretemporada. En el centro del campo, el aún juvenil Iván Jaime, muy del gusto de Muñiz, podría tener minutos.

Será día de ver a los menos habituales, ese plan B que guarda Muñiz en el banquillo y que tan buen rendimiento ha dado como refresco en el segundo periodo. Entre el malaguismo hay ganas de ver de inicio a Hicham, que ha demostrado ser un arma afilada en el costado diestro, pero queda pendiente de examen al salir de inicio.

Bajo palos, pese al regreso de Munir sin un gran cansancio tras no disputar minutos en los encuentros internacionales, se espera que esté Kieszek, dejando a un lado a Andrés Prieto -Muñiz, entre líneas, le otorgó pocas opciones de jugar-.

El Almería presentará un once con muchos cambios, se espera presencia de la cantera y algunos de los menos habituales. No está siendo el arranque soñado por el conjunto andaluz, que ha empezado con las mismas dudas que el pasado curso.

Está sobre la mesa también el interés real en la Copa del Rey y lo que puede significar continuar en la competición. De seguir con las rotaciones, puede significar un plus para los menos habituales, un aliciente más para mantenerse al más alto nivel de exigencia en los entrenamientos pese a no disputar minutos en Segunda. Ante el Almería estará a prueba el nivel competitivo de los teóricos suplentes, que siempre Muñiz ha catalogado como igual de preparados que los titulares. Será el momento de testas a qué nivel ha calado el estilo de juego en la plantilla y cuántos relevos tiene aún por destapar el gijonés de una plantilla que comienza a ilusionar entre los malaguistas más escépticos.