Acabó la primera vuelta y el Málaga se ha quedado mascando una racha de cinco partidos sin ganar. Dos derrotas y tres empates. No es grave. Su colchón con el descenso es mullido: el Sabadell es cuarto por la cola y aunque tiene un partido menos está a nueve puntos de los malacitanos, y el sexto puesto está a una lejanía verosímil. El parcial de tres puntos de 15 posibles es el más bajo en lo que va de Liga pero, después de 41 choques como entrenador blanquiazul en Segunda, Sergio Pellicer ya superó la campaña pasada un bache similar de escasez de puntos.

Antes del empate a uno contra el Oviedo que cerró la primera vuelta, el Málaga empató a un tanto en casa del Albacete y a cero contra el Logroñés en Martiricos. Antes, derrotas contra el Almería (3-1) y Cartagena (1-2). Ése es el parcial liguero en la actualidad que esconde entre los empates un par de esfuerzos para colarse por primera vez en mucho tiempo en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Para ello, eliminó al Coruxo (0-4 en un campo horrendo), y al propio Oviedo (1-0) tras una prórroga.

Hasta este punto, el Málaga no había estado más de tres jornadas sin ganar. Un punto clave para no perder resuello en una liga muy igualada. Pero resulta que la pasada temporada, después del buen parcial con el que el técnico de Nules desembarcó en Martiricos se produjo una ausencia de victorias en seis encuentros. Eso sí, con letra pequeña de por medio: media docena de envites sin ganar a caballo entre los partidos que se jugaron antes y después del parón por la Covid-19.

Cuando el fútbol paró tras la jornada 31 de Segunda el 8 de marzo, el Málaga acumulaba un empate a uno en el campo de Las Palmas y una derrota contra el Zaragoza en La Rosaleda (0-1). Tres meses después, en la segunda semana de junio, volvió la competición y el Málaga agregó una derrota contra el Huesca (1-3) y tres empates (a cero en Tenerife, a uno en casa contra el Extremadura y sin goles en casa del Lugo). Seis envites sin ganar que se acabaron con la visita del Girona a La Rosaleda y un triunfo por 2-0 cuando el equipo andaluz afrontaba dicha jornada a sólo tres puntos del descenso y con nervios por los resultados después del retorno de la competición. El choque contra los gerundenses acabó con el bache de resultados en unas circunstancias y con una plantilla totalmente distintas a las de ahora. Sin embargo, en su corto bagaje al frente del equipo, Pellicer ya ha salido de un parcial similar al que suma ahora con la exigencia copera de fondo.