Un año después de que una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea señalara a Torremolinos como el único municipio de Andalucía, de un total de 61 vertederos ilegales localizados en el territorio nacional, por incumplir la normativa de gestión de residuos, el Ayuntamiento de Torremolinos ha aprobado el proyecto redactado por la Junta de Andalucía para proceder al sellado y clausura del vertedero situado junto a la cantera. La actuación, que está valorada en 8 millones de euros y cuenta con un plazo de ejecución de dos años, contempla una primera fase de estabilización de los terrenos seguida del fortalecimiento de la impermeabilización del vertedero, según explicó ayer la portavoz municipal, Maribel Tocón. Una vez sellado correctamente, el vertedero deberá tener un seguimiento por un periodo de 30 años. "Al mismo tiempo se iniciará la regeneración de esta zona de la sierra con una capa vegetal, cumpliendo así con una de nuestras promesas como es la creación de un gran parque periurbano donde antes había un basurero", señaló.

En cuanto a los detalles técnicos, precisó que esta zona alberga un millón de toneladas de residuos, de las cuales 650.000 metros cúbicos deberán trasladarse a una nueva ubicación. Los trabajos de impermeabilización del vaso del vertedero consistirán en la colocación de una red de drenaje y material drenante para posteriormente volver a impermeabilizar e ir vertiendo capas horizontales. También se colocarán chimeneas para posibilitar la evacuación de gases. "Pasados 30 años no volveremos a hablar de vertedero en este municipio y tendremos una sierra, un parque periurbano como se merece nuestra ciudad", expuso la también edil de Medio Ambiente, quien avanzó que en las próximas semanas tendrán lugar diversas reuniones para perfilar detalles del proyecto, que espera pueda iniciarse este mismo año.

Tocón recordó que el vertedero de Torremolinos mantuvo su actividad hasta el año 2011 a pesar de que en 2007 a raíz de una denuncia del Seprona la delegación provincial de Medio Ambiente dictara una resolución por la que exigía el cierre inmediato del mismo, entre otras cuestiones, por constituir un riesgo de contaminación de los acuíferos sobre los que se ubica, y de los que se abastecen Torremolinos, Benalmádena y Alhaurín de la Torre. Más tarde, en 2010 el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Málaga desestimó el recurso presentado por Litosa contra el cierre exigido por la Junta de Andalucía y es a partir de entonces cuando el vertedero cesa su actividad de forma definitiva. Sin embargo, a pesar de cesar su actividad, "Pedro Fernández Montes se negó a lo que le obligaba la ley que era sellar y recuperar este activo medioambiental que es la sierra de Torremolinos y sus acuíferos. Y a esto es a lo que obliga la sentencia de ahora hace un año del tribunal europeo".