La Policía Nacional ha desalojado un local nocturno en Marbella y han propuesto para sanción a 23 personas que se encontraban en el establecimiento sin respetar las medidas decretadas para contener la propagación de infecciones causadas por la pandemia. Así lo han informado desde la Comisaría de Málaga, a través de un comunicado, apuntando que un requirente –cliente del club– solicitó la presencia policial al haber sufrido un percance en el interior del local.

Los hechos tuvieron lugar la madrugada del miércoles 13 de enero, a las 2:00, cuando la Policía Nacional fue requerida por un ciudadano que habría tenido un percance en el interior de un club nocturno ubicado en la zona de Hacienda Nagüeles de la localidad marbellí.

A su llegada, los agentes se encontraron en el establecimiento a un total de 23 personas, que se hallaban infringiendo las medidas establecidas para contener la propagación del Covid-19. Todos los presentes fueron propuestos para sanción, procediendo los actuantes al desalojo del lugar.

Este suceso se produce sólo unos días después de que la Policía Local y la Policía Nacional intervinieran en una fiesta ilegal en la discoteca Olivia Valère, ubicada en Marbella, y en la que participaban más de un centenar de personas, en contra de las restricciones impuestas para frenar la pandemia de coronavirus.

Según confirmó la Policía Nacional, la intervención se llevó a cabo sobre las 1:20 en esta famosa discoteca marbellí. Hasta allí se desplazaron los agentes nacionales, después de que la Policía Local de Marbella solicitara apoyo para el desalojo. E

n el interior de la discoteca, a puerta cerrada, había más de un centenar de personas, que a la llegada de los agentes intentaron huir y esconderse en diferentes habitáculos del local. Según las fuentes consultadas por este periódico, algunos invitados a la fiesta trataron de ocultarse debajo de la barra y en los cuartos de limpieza.

No era es la primera vez desde que comenzó la pandemia que la Policía Local de Marbella actúa en este establecimiento de ocio. El pasado mes de julio, los agentes tuvieron que intervenir en mitad de una gran fiesta en la que se excedía el aforo permitido.