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Rusia anuncia la puesta en marcha de la primera central nuclear de Irán

  • La planta atómica de Bushehr, construida por especialistas rusos a orillas del Golfo Pérsico, comenzará a funcionar tras varios retrasos el próximo día 21, una vez que esté cargado el combustible nuclear necesario

La primera planta atómica de Irán, en Bushehr, construida por especialistas rusos a orillas del Golfo Pérsico, será puesta en marcha el próximo 21 de agosto, después de que especialistas rusos e iraníes carguen el combustible nuclear necesario, según informó ayer la oficina de prensa rusa, Rosatom.

A la ceremonia de puesta en funcionamiento de la planta asistirán el jefe de Rosatom, Serguei Kirienko, y el director de la Organización de la Energía Atómica de Irán, Ali Akbar Salehi.

"Todas las obras de instalación de equipos y las pruebas han concluido, la central nuclear está lista y se encamina hacia su puesta en marcha", declaró a la televisión estatal iraní Mahmud Jafari, alto funcionario que supervisa la construcción de Bushehr.

Serguei Kirienko negó que la imposición de sanciones internacionales a Irán afectara a la construcción de la planta, al explicar que las dos fases del ciclo nuclear de la central que pueden ser utilizadas tanto con fines civiles como militares tienen lugar en territorio ruso. El alto directivo se refirió al enriquecimiento de uranio y al reciclaje del combustible nuclear utilizado para el funcionamiento de Bushehr.

Rusia ha mantenido siempre que "la parte iraní ha dado garantías escritas adicionales de que el combustible será empleado exclusivamente en la central" para la generación de electricidad. Además, Moscú y Teherán suscribieron a principios de 2005 un protocolo adicional sobre la devolución a Rusia del combustible nuclear usado.

Bushehr debería haber comenzado a funcionar primero en 2007 y luego en 2009, pero en noviembre del pasado año Rusia anunció que aplazaba su puesta en marcha hasta este año sin explicar los motivos, lo que provocó el descontento de Teherán.

La República islámica de Irán mantiene un pulso con la comunidad internacional al rechazar suspender su actividad de enriquecimiento de uranio, material de doble uso militar y civil.

Esta pugna con la comunidad internacional le ha costado al Gobierno de Ahmadineyad la aprobación, hasta ahora, de cuatro resoluciones sancionadores por parte de la Naciones Unidas y una serie de sanciones unilaterales de la Unión Europea y Estados Unidos.

Ese proyecto de central en el Golfo Pérsico fue comenzado por la empresa alemana Siemens antes de la Revolución Islámica de 1979 e interrumpido poco después del comienzo de la guerra Irán-Iraq en 1980. Rusia retomó la obra, que debía inicialmente ser terminada en 1999.

Irán ha sido sancionado por la ONU y la comunidad internacional que sospecha que Teherán busca dotarse del arma atómica pretextando un programa nuclear civil.

Los países occidentales, y en primer lugar Estados Unidos, han manifestado su preocupación por la puesta en funcionamiento de la central de Bushehr, aunque no presentaron el caso ante el Consejo de Seguridad de la ONU.

La entrega por Rusia de combustible para la central de Bushehr es "una razón suplementaria" para que Teherán "suspenda sus actividades nucleares sensibles", comentó Francia este viernes.

Los responsables rusos, por su parte, subrayaron que el desarrollo de la central se hacía bajo el control de Rusia, aliado histórico de Irán, y de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).

Moscú siempre subrayó que la central no tenía ninguna relación con el controvertido programa nuclear iraní ya que su utilización será para producir energía.

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