La ópera de Verdi Simon Boccanegra vuelve al Liceu de Barcelona del 23 de diciembre al 11 de enero, 19 temporadas después, dirigida en esta ocasión por José Luis Gómez, que debuta en España después de haberlo hecho en 1992 dirigiendo La vida es sueño en el Théâtre Odéon y Carmen en La Bastille de París.

"No es una ópera muy famosa, no tiene hits como La donna è mobile, indicó ayer el director musical de la obra, Paolo Carignani, a lo que Gómez, fundador del Teatro de la Abadía de Madrid, añadió que contiene un "republicanismo nuclear que concilia pensamientos opuestos".

Lo "grandioso" de Simon Boccanegra para Gómez es que su debate "fundamental" es perdonar al enemigo. "No está mal resaltarlo en un país donde durante muchos años estuvimos abatidos por el pensamiento que excluía la posibilidad de perdonar al contrincante". Los personajes, "muy arquetípicos", viven en Génova donde Simon Boccanegra, corsario que ha librado la costa italiana de los piratas africanos y que es proclamado por la multitud como Dux de Génova.

Para Gómez era importante "despojar" la puesta en escena de todo lo accesorio para ceñirse únicamente a la trama y a la trascendencia política, indicó. Gómez, que además fue director del Centro Dramático Nacional y del Teatro Español, reconoció que "tenía miedo" al abordar esta obra: "No frecuento la ópera", dijo, pero le agradeció a Carignani las "facilidades" que le puso para trabajar codo a codo.

El monumento a las víctimas del 11-M, en los aledaños de la estación de Atocha de Madrid, es uno de los 37 proyectos españoles que compiten por el premio de arquitectura contemporánea de la Unión Europea, Premio Mies Van der Rohe 2009, según informó ayer la organización.

Al premio, que se convoca cada dos años y es uno de los más prestigiosos galardones de arquitectura internacional con 60.000 euros de dotación, concurren un total de 340 proyectos de toda Europa.

Entre los proyectos españoles presentados al galardón destacan también el Pabellón de España en la Expo Zaragoza 2008, el Teatro del Canal de Madrid, la sede del departamento de Sanidad del Gobierno Vasco, la Ciutat de la Justicia de Barcelona, el Teatro Auditorio de Villajoyosa, la Torre SyV de Madrid, y la nueva terminal del Aeropuerto de Zaragoza.

El Mies van der Rohe, que se entregará en mayo del año próximo, se instituyó en 1987 para mostrar la creatividad actual y concienciar sobre el modo en que la arquitectura moderna está social y culturalmente enraizada en las ciudades europeas.

Además de este premio, el jurado, en el que están los españoles Luis M. Mansilla y Carme Pinós concede una Mención Especial al Arquitecto Emergente, dotado con 20.000 euros.

Entre los ganadores de anteriores ediciones figuran Mansilla y Tuñón, OMA (Rem Kolhaas, Ellen van Loon), Zaha Hadid, Dominique Perrault y Norman Foster.