La llegada de Salomón Castiel a la Diputación provincial como director del Área de Cultura hace algo más de un año ha cristalizado ahora con La Térmica. Acostumbrada la ciudad durante algunos años a inaugurar nuevas infraestructuras, corresponde celebrar en este caso la puesta de largo de un equipamiento que ya existía: el Centro Cívico deja ya de llamarse como tal y a partir de enero se convertirá en un espacio cultural que trabaja ya para convertirse en referente, no sólo en Málaga sino en toda España. Éste, y no otro, es el gran proyecto de Castiel desde su regreso. A imagen de modelos como el Matadero de Madrid, La Térmica se instala (tal y como apuntó ayer en su presentación el presidente de la Diputación, Elías Bendodo) en un edificio lleno de historia para reutilizarlo, rehabilitarlo y recuperarlo, "con todo su encanto", a través de "su uso como lugar para la cultura". La filosofía, de hecho, es la misma: bajo un lema que reúne tres vértices fundamentales, Cultura, Educación y Sociedad, La Térmica desarrollará a partir del próximo enero un amplio programa de actividades que incluye exposiciones, conciertos, talleres y conferencias. Para ello, la Diputación ha establecido convenios con instituciones nacionales del calibre del Centro Dramático Nacional, la Fundación Albéniz, La Fábrica, el Circo Price y con creadores como el escritor y director de cine Manuel Gutiérrez Aragón. En virtud de estos acuerdos, La Térmica se convierte en sede estable de estas entidades en Málaga y garantiza la participación de autoridades de primera fila en lo que a cultura se refiere.

Ante un aforo repleto en el que se dio cita todo (casi sin excepción) el mundo cultural de Málaga, desde el Museo Picasso hasta el Teatro Cervantes pasando por la Fundación Picasso Casa Natal y la Orquesta Filarmónica de Málaga a través de sus responsables, Salomón Castiel recurrió ayer al título de la película Lo imposible para afirmar que "lo que hasta algunos creían imposible en cuanto a gestión cultural hoy empieza en Málaga". El ex director del Festival de Cine Español explicó que se establecerán tres programas esenciales en torno a los que girará la actividad del centro: La Térmica Creadores, una convocatoria abierta a creadores nacionales e internacionales que trabajarán durante seis meses en el equipamiento desarrollando proyectos multidisciplinares; La Térmica Emprendedores, un proyecto que buscará emprendedores culturales que deseen desarrollar sus iniciativas en los distintos ámbitos de la cultura, a modo de incubadora de empresas; y La Térmica Coworkers, dirigido ya a profesionales curtidos de la cultura, con el fin de que puedan desarrollar sus proyectos con servicios compartidos y con acceso a numerosos recursos a costes muy reducidos.

Buena parte de los portavoces de las instituciones nacionales que han firmado ya convenios con La Térmica dieron ayer cuenta de sus impresiones. Álvaro Matías, director de proyectos de La Fábrica, señaló que el centro "demuestra que la ambición no es fruto del azar, sino del trabajo, y el modelo que se aplica aquí será referencia en España y Europa". El director de cine y escritor Manuel Gutiérrez Aragón, que desarrollará algunos talleres junto a colaboradores como el director de fotografía José Luis Alcaine, afirmó que, tras visitar el edificio, se había quedado impresionado "por la magnitud de la apuesta". El director del Centro Dramático Nacional (algunos de cuyos activos impartirán talleres de teatro en La Térmica), Ernesto Caballero, valoró que el proyecto reúna "procesos creativos y formativos, lo que requiere plazos que no son los de la inmediatez de los calendarios políticos". El director de contenidos de la Fundación Álbeniz, Álvaro Guibert, anunció que gracias al convenio con la Diputación, todos los estudiantes de música de la provincia de Málaga tendrán acceso gratuito al programa formativo on line Magister Musicae, en el que participan instituciones como la Escuela Reina Sofía de Madrid. Aunque el director del Circo Price, Pere Piñol, no pudo estar en el acto, Castiel anunció el ingreso de Málaga en la red española de ciudades de circo. La ciudad gana así 13.000 metros cuadrados de superficie para la cultura. El salto es de órdago. Ahora toca merecerlo.