Patrimonio

Terminar la Catedral de Málaga: cuestión de legalidad

  • Sobre la exigencia normativa para la construcción final de la torre sur del templo

La Catedral de Málaga, con su torre inconclusa.

La Catedral de Málaga, con su torre inconclusa. / Javier Albiñana (Málaga)

Todas las edificaciones que existen en el suelo urbano del territorio español, que se encuentren en situación de pendiente de finalización (construcción paralizada) por falta de recursos económicos del promotor o dueño de la obra, han de ser terminadas o concluidas. Nos referimos lógicamente a las que cumplieron con su Proyecto de Ejecución elaborado por Arquitecto, y sometido a la autorización administrativa del órgano competente, en cada tiempo y lugar: caso Catedral de Málaga. Así viene establecido en la estatal Ley del Suelo, Art. 156 al Art. 164, que no excluye de tal mandato a los inmuebles catalogados como Bienes de Interés Cultural (BIC).

Todo está suficientemente regulado en Leyes Imperativas, sin excepción alguna: tanto por el Tratado de la Constitución de la Unión Europea-2006 (Art. 280), como por la Constitución Española-1978 (Art. 140 y Art. 46), Código Civil-1889 (Art. 428 y Art. 429), Código Penal-1985 (Art. 321, Art. 322 y Art. 323, normas prohibitivas. Delitos sobre el Patrimonio Histórico, “cursilería de segunda piel o quinta fachada” sobre las bóvedas del monumento Catedral), Ley de la Propiedad Intelectual-1996 (los derechos de autor, arquitecto Ventura Rodríguez, Art. 10.1.f, y Art. 14.3). La propia Ley 14/2007 del Patrimonio Histórico Andaluz, incluye dicha obligación, en su Exposición de Motivos, IV, párrafo octavo: “El régimen de protección incluye también la regulación de los supuestos de… paralizaciones de obras”. Art. 33: Actuaciones Sobre Inmuebles Protegidos: Será necesario obtener autorización de la Consejería de Cultura, que los particulares (Obispado) deseen llevar a cabo en inmuebles BIC, obras de todo tipo. En este trámite burocrático nos encontramos.

Ley 7/2002 Ordenación Urbanística de Andalucía, no contiene normas específicas de imposición de terminar. Se remite como atribuciones no transferidas (Art. 149 CE, en materia de Expropiación Forzosa por razón de urbanismo, en el Art. 160.1 letra I), a la Legislación general aplicable, tanto a la Ley de Expropiación Forzosa-1954, como a la Ley del Suelo-1976. Textos preconstitucionales, pero actualizados mediante la sustitución de denominaciones u organismos competentes para su aplicación.

En definitiva sigue siendo el Ayuntamiento quien tiene atribuciones para exigir el cumplimiento de la legalidad, tanto por lo dispuesto en la Ley de Bases de Régimen Local-1985 (Art. 25.2), como en el Reglamento de Servicio de las Corporaciones Locales-1995 (Art. 1.3º, Art.9 y Art. 22); en relación con la Ordenanza de Conservación e Inspección Técnica de Edificaciones (ITE); Reglamentos de Planeamiento (1978), De Disciplina Urbanística (1978), de Edificación Forzosa y Registro Municipal de Solares (1964), y PGOU de Málaga, que cataloga la Catedral Monumento Histórico-Artístico, como BIC de Protección Integral.

En la prensa local, los candidatos a las recientes elecciones municipales contestaban el pasado 11 de mayo a la pregunta de “¿Es partidario de terminar la Catedral?” de la siguiente manera:

Francisco De La Torre: “Necesita con urgencia un tejado a dos aguas, que defienda las bóvedas de la humedad y el peligro que tiene de desmoronarse internamente… cuanto antes. El resto ya se irá haciendo poco a poco”. Es la respuesta más sensata de todas. Existe un peligro cierto de derrumbe de trozos de la bóveda. De ahí la instalación de manera preventiva de una red metálica de alambre galvanizado para impedir que los desprendimientos lleguen al suelo.

Juan Cassá: “Lo que hay que hacer de inmediato son las cubiertas que tienen muchas goteras. Soy más partidario de estudiar terminar la Catedral”. Pero es que ya está todo más que estudiado por quien tiene que ejecutarlo, o sea, el arquitecto Sánchez Lachica, que redactó el Plan Director de la Catedral, siguiendo el diseño y proyecto de Ventura Rodríguez en el siglo XVIII. No es cuestión de debate, ni de gustos ni deseos de nadie. Terminarla es cuestión de cumplir la Ley, sin necesidad de referéndum popular.

No es cuestión de debate ni de gustos de nadie. Es cuestión de cumplir la ley

Eduardo Zorrilla: “Soy partidario de hacer la cubierta. Porque eso revierte en menor deterioro”. Correcto, pero en mi opinión yerra cuando se manifiesta como partidario de no hacer la segunda torre, cuando debió referirse a la torre sur. La Catedral es un monumento concebido con dos torres, una ya está concluida, y la otra (la torre sur, no es ni la segunda, ni la tercera, ni la cuarta), está edificada en un 85%, faltando sólo un 15% para su culminación. Cuando un carro se está haciendo y sólo tiene instalada una rueda, le falta ponerle la otra rueda, pero no una segunda rueda; o cuando un perro o una persona sufre lesión en un ojo, se dice que tiene dañado el ojo derecho (o izquierdo), pero nunca se dice “tiene conjuntivitis en el ojo segundo” (Permítaseme la coloquial comparación).

Dani Pérez: “Terminar la Catedral no es una prioridad. En ningún caso debería hacerse con fondos públicos”. Entiendo que si dicho candidato tuviese conocimiento de que la Catedral es un bien privativo (del Obispado de Málaga), y el dueño tiene la obligación de emprender las obras de terminación, sin ninguna clase de fondos públicos, comprendería que es bueno para Málaga que se inviertan diez o doce millones de euros, que darían trabajo al sector de la construcción, y consecuente a dicho gasto, en plazo de su mandato de edil (cuatro años), podamos tener los malagueños terminado el monumento arquitectónico de los más bellos y espléndido de Andalucía y Europa. Un honor para todos los concejales del Ayuntamiento disfrutar de tal inauguración.

Rosa Galindo y José Enrique Lara: los dos son partidarios de verla siempre “manquita” para toda la vida. Porque es su “seña de identidad”. Creo que este criterio de tales candidatos no contribuye a situar a los malagueños en el mundo de la Cultura. A mi modo de ver no les importa mucho el desarrollo y el crecimiento de las Bellas Artes. Bastante trabajo ha costado, con el esfuerzo y mérito de los hombres y mujeres de Málaga que han demostrado su valía e inteligencia para desprendernos del estigma o sambenito de “la otra seña de identidad: Málaga Ciudad de la Alegría, la de tropecientas tabernas y una sola Librería”. El elenco de artistas que felizmente han ido surgiendo en esta Málaga nuestra (Manuel Alcántara dixit) en el campo de la literatura, la pintura, la arquitectura, la escultura, la música, el cine y el teatro ha contribuido de manera muy notoria al cambio de mentalidad en la mayoría de nuestros paisanos; y con otra mirada también se nos observa desde el exterior. Contribuyamos también desde la calle, de manera activa o pasiva, al enriquecimiento cultural.

La Asociación Ciudadana Málaga por su Catedral no cejará en el empeño, confiando que cada vez más malagueños o residentes, de todos los sectores, barrios, con independencia de ideas políticas, o sentimientos religiosos, agnósticos, amantes de la belleza, de cualquier clase de nivel social, se adhiera a la idea de que terminar la Catedral es una deuda moral que tenemos contraída con Ventura Rodríguez, cofundador y primer director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid), el gran arquitecto de la Ilustración en cuyo curriculum consta la Catedral de Málaga como su proyecto frustrado, pese a su extraordinario empeño personal. Y con los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, que donaron el suelo para hacer la Catedral y no un polideportivo.

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