Acaba de comenzar pero ya registra sonrisas de satisfacción entre sus moradores. La 28º edición de la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid (ARCO) celebró ayer su segundo día abierto a coleccionistas y medios de comunicación con buenas perspectivas, al menos, para Málaga. Los dos únicos espacios con firma malagueña en ARCO vivieron ayer una jornada optimista. Unicaja (en el pabellón 6) y la galería Gacma (en el 10) exhibieron en sus respectivos stands una muestra representativa de la vanguardia creativa en videocreación, pintura, instalaciones, fotografías y esculturas.

La entidad financiera, además, a través de su Obra Social y Cultural, ha invertido este año 70.000 euros en la adquisición de siete obras con las que ampliar una colección contemporánea (que supera las 150 piezas). Entre ellas se encuentra un grabado de Picasso, Mujer tumbada, de 1930 (adquirido por 14.000 euros), que el artista realizó inspirándose en un cuadro de Rembrandt. Además, la entidad se ha hecho con un cuadro de gran formato de Curro González procedente de la galería sevillana Rafael Ortiz, la pieza más cara de la bolsa de compra, con un precio de 17.000 euros. Patricio Cabrera, Juan del Junco, Cristina Lucas, una serie gráfica de Luis Gordillo y una de las características mallas de Enrique Brinkmann (comprada precisamente a Gacma) completan la nómina de gastos de Unicaja en la presente edición de ARCO.

Por su parte, Gacma ha logrado vender tres piezas de Enrique Brinkmann, una de ellas inédita, el díptico 16 más 1, adquirida por un coleccionista privado. Las otras dos han pasado a manos de la Diputación de Málaga y Unicaja. La galería malagueña estrena presencia en la feria y lo hace a través de la sección ARCO 40 dedicada a artistas emergentes y por la que pasó el año pasado el también malagueño Javier Marín.

La distancia que separa a las dos representaciones malagueñas con metros cuadrados propios en Ifema son tres pabellones físicos. Pero el espacio que los une se lleva el nombre de la creatividad actual. Tanto una como otra han exportado a ARCO un pedazo de su sede natal, con la versatilidad de formatos como criterio. Nuestro arte emerge en ARCO es el lema elegido por Unicaja para trasladar a la residencia temporal de la creación artística 15 obras de otros tantos autores procedentes de los distintos certámenes de artes plásticas que viene celebrando en los últimos 20 años.

La puerta de entrada al stand viene presidida por la imagen de un iceberg, "metáfora del esfuerzo realizado en estos 20 años, de los que aquí se ve sólo la parte que sobresale", explicó ayer Felipe Fa raguna, director de la Obra Social y Cultural de Unicaja, acompañado en Madrid por Mariluz Reguero, comisaria de la exposición. Para el diseño del expositor la institución ha recurrido a la firma El Cuartel, que ha creado una suerte de instalación a modo de lámpara de la cuelgan pinceles. Los reales llevan el sello de Tamara Arroyo, Pilar Albarracín, Chema Lumbreras, Ricardo Cavadas y los fotógrafos Alberto García Alix, Ciuco Gutiérrez y Begoña Montalbán, entre otros.

Gacma, por su parte ha querido reproducir en el stand de ARCO 40 un trozo de la galería con columnas que separan a los tres artistas elegidos para colgar un botón de muestra del arte producido en los últimos tres años en 40 metros cuadrados. Junto al malagueño Enrique Brinkmann, comparten pared los fluorescentes de Guy Limone y las fotografías digitales en 3D de la coreana Hye Rim Lee y su visión erótica e irónica del rol femenino actual. La firma de Brinkmann es ya veterana en la feria, a la que concurre con distintas galerías nacionales e internacionales. El año pasado se ausentó pero en esta ocasión ha vuelto de la mano de Gacma, sorprendido además por el nivel de las distintas obras que ha podido ver "hasta ahora", especialmente las expuestas en una galería austriaca, aunque decepcionado con la representatividad del país invitado, India. "Esperaba más", confesó.