Tiene una casa en París y otra en Madrid pero cuando se trata de elegir patria, Carmen Maura no se divide. "Yo siempre estoy orgullosa de ser española. Tenemos muchas cosas positivas y además somos guapos" confesó ayer risueña la actriz desde el Club Mediterráneo, durante la presentación a los medios del homenaje que le rinde el Festival de Cine Francés de Málaga. "Cuando estoy en Francia soy mucho más española que cuando estoy aquí", añadió con una sonrisa que no abandonó en toda la rueda de prensa.

Con más de 30 años de carrera a sus espaldas, la eterna chica Almodóvar tiene en el país galo la mitad de su agenda laboral, aunque en ocasiones le pese. "Para mí lo ideal sería rodar siempre en La Castellana, al lado de mi casa", bromeaba . Y puestos a elegir, Maura lo tiene claro. "También me gustaría trabajar menos. Me encanta no hacer nada y me dan mucha envidia las amas de casa. Yo no soy de las que sufro si no trabajo", sentenció.

Simpática y locuaz, la actriz recordó sus trabajos con algunos de los mejores directores franceses, entre ellos André Téchiné (Alice y Martin), Etiennes Chatilliez (Le bonheur est dans le pré) y Yasmina Reza en Chicas, esta últimarodada en parte en Málaga en febrero de 2009 y en la que participó "una malagueña, Concha Galán", recordó la protagonista. Cuando Maura tiene que establecer diferencias entre el cine francés y el propio lo resuelve rápido. "La única diferencia es que ellos son mucho más fieles con sus películas, tienen mucho amor a su cine", expresó. Pero enseguida matizó su respuesta. "¡Ah! y que allí en los rodajes no hay hora del bocata, que en España es algo sagrado, calentito con tu cerveza...", añadió mientras su sonrisa seguía creciendo. "Todo lo demás es muy parecido. El talento está a la par, y los técnicos españoles no tienen nada que envidiar a los franceses", puntualizó la homenajeada.

Una de las cintas que se proyectan en el Festival de Cine Francés de Málaga -organizado por la Alianza Francesa con la colaboración del Ayuntamiento de Málaga- es Las mujeres del sexto piso del francés Philippe Le Guay, en la que Carmen Maura y Natalia Verbeke interpretan a dos dicharacheras criadas españolas que trabajan en el París de los años 60. "Me estoy acostumbrando a hacer de pobre. Es más cómodo", confesó entreveras. El rodaje le sirvió a Maura para comprobar el "entusiasmo" por España que manifestó todo el elenco. "Además las actrices españolas nos portamos muy bien. Somos muy puntuales y rompemos con esa imagen de alocadas que podemos tener", comentó.

Ilusionada por poder rodar ahora con Agustí Villaronga un serie sobre Eva Perón, Carmen Maura se mostró "encantada" porque precisamente sea una película del último Premio Nacional de Cine Pa negre -rodada en catalán- la preseleccionada a los Oscar como representante española. "Allí no hay problema con el catalán. Ese duelo a veces entre Madrid y Cataluña no lo entiendo. Nosotros en Madrid siempre hemos tenido los brazos abiertos a actores gallegos, andaluces, etc. Y ahora yo soy la única madrileña en el equipo de Villaronga", explicó. Frente a la posibilidad de que Pa negre entre como finalista en los premios de la Academia, la intérprete añadió un plus. "Ojalá pase, aunque de todas formas cualquier película que salga española y se pasee por el mundo es bueno. Almodovar lo hizo en su día. Es señal de que existimos", aclaró.

En esa labor de promoción del cine patrio, Carmen Maura se mostró convencida de su necesidad. "Es algo que debemos hacer uno a uno y seguro que conseguiremos más que un Ministerio de Cultura", calculó.