Se preguntaba Primo Levi Si esto es un hombre, y la respuesta puede llegar desde la esquina más inesperada. Ayer, el artista Pascale Marthine Tayou, nacido en Nkongsamba (Camerún) en 1966 y residente desde hace década en Gante, afirmó en la inauguración de su exposición Miracle!! en el CAC Málaga: "Llegó un momento en que me quedé sin inspiración. Y comprendí que, como ser humano, estaba perdiendo mis valores, mis valores humanos. Entonces entendí que hacía falta un milagro y fui a por él, salí en busca de lo humano. Y este milagro que es esta exposición representa el resultado de esa búsqueda". Resulta significativa semejante declaración de principios por cuanto Miracle!!, la primera muestra individual de Tayou en un museo español, que podrá verse hasta el 12 de junio (con obras realizadas en el último lustro), despliega en el espacio central del CAC un poderoso abanico de color, con estacas mudadas en un bosque de lápices (Douces Épines, 2015), muñecos quién sabe si útiles para tontear con el vudú (Poupées Pascale, 2010), un posible cielo estrellado (Charcoal fresco A, 2015), chabolas colgantes que evocan un mundo al revés o tal vez otro milagro volador, el Milagro en Milán de Vittorio De Sica (Falling Houses, 2013) y murales monumentales hechos con tizas de colores (Chalk frescos, 2015). Sí, hay un aire naïf en todo esto (algunos de los Poupées están rellenos de peluches), seguramente porque aquel ser humano que había que encontrar era un niño. Y el artista casi lo corrobora: "Esto es, ante todo, un juego".

Pero también tiene este Milagro su lado oscuro, su cara B, su reverso tenebroso: una vez hecha la mirada a los colores, la intuición advierte que los grises comparten protagonismo con un alcance no menor. Y, curiosamente, este reflejo ha salido reforzado en Málaga por un contexto marcado a fuego: el que sirvió en bandeja durante la instalación de la exposición la huelga de basuras. Pascale Marthine Tayou apuntó así ayer que cuando llegó a Málaga "encontré todo ese movimiento en la ciudad, con sus malos olores, y me pareció una buena idea incorporarlo al proyecto. Porque igual que las calles necesitaban que alguien fuese a barrer, la exposición quiere anunciar que ha llegado la hora de que cada uno se deje barrer, dentro de sí, individualmente". Y ahí dentro, claro, acontecerá lo mejor y lo peor de cada cual: "Nuestra propuesta es una bienvenida al Infierno, pero teniendo claro que el Infierno y el Paraíso pueden llegar a ser lo mismo". En este barrerse dentro, Miracle!! es, en última instancia, una exposición sobre la identidad personal como posición (y construcción) ante el mundo. Una aproximación al uno en su definición dejadas a un lado las capas infinitas del todos. La experiencia de Tayou como uno de los muchos creadores africanos instalados en Europa, que ha buscado un lugar propio en el panorama artístico entre una orilla y la otra, resulta determinante en el envite.

El director del CAC y comisario de la muestra, Fernando Francés, apuntó la posibilidad de "mirar desde Occidente a otros sitios para encontrar soluciones a problemas que son de todos". Porque es ahí, en el uno, donde las fronteras tienen al fin menos sentido.