El actor Orlando Bloom, de 30 años, vivió momentos inolvidables a su llegada a Nepal en calidad de embajador de UNICEF para apoyar diversos programas en los distritos occidentales de Kaski y Chitwan.
Rodeado por un grupo de niños de la etnia Tharu, que viven en diversos barrio marginales de los distritos de Kaski y Chitwan en Nepal, Orlando sacó a relucir su lado más infantil, jugó como un niño más en una guerra de balones y globos durante su estancia en el colegio de Pumdi Bhumdi.
A su llegada, una mujer hindú le bendijo pintándole la tradicional tikka, una señal roja entre sus ojos, y le puso un collar de flores.
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